La preservación y custodia del idioma Náhuat, un legado ancestral de los Pueblos Indígenas de El Salvador, es una tarea que el Colectivo de Jóvenes indígenas Nunan Tal, de la Asociación de Desarrollo Comunal Indígena Náhuat (ADESCOIN), asumió para preservar esta lengua que, hablada por 200 personas, está en riesgo de silenciamiento.
La tarea fue asumida como parte de un proyecto del Fondo concursable Kolom No’ooj (Recuperando conocimientos) creado por el Fondo para el Desarrollo de Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (FILAC) y la Red de Jóvenes indígenas de América Latina y el Caribe.
Este proyecto —llamado “Witzapan: Habla y canta Náhuat” y que fue elegido entre casi 100 iniciativas presentadas a nivel regional al Fondo Concursable Kolom No’ooj —busca la implementación de la Escuela Comunitaria Indígena, en la que se impartirán talleres de enseñanza del idioma Náhuat, música indígena y música andina.
Según el último Censo, en El Salvador quedan menos de 3.000 personas del pueblo indígena de Nahua Pipil, y su lengua, el náhuat, está en riesgo de desaparición.
Académicos y activistas consideran que la reducción de la población nahua pipil tiene su origen en la masacre de al menos 30.000 nahuas, perpetrada en 1932 por el gobierno de Maximiliano Hernández, quien ordenó matar a todo aquel que portara un machete, hablara el náhuat o vistiera la indumentaria de este pueblo en represalia contra el alzamiento indígena en defensa de sus tierras.
Además, durante los últimos años, la pandemia del COVID-19 puso en serio riesgo a los abuelos y abuelas que aún conservan el idioma, que acompaña sus prácticas, conocimientos y saberes.
Con la ejecución de este proyecto, hasta la fecha lograron implementar y fortalecer dos escuelas, donde a partir de los conocimientos de los sabios y sabias locales se recupera y comparte el idioma a los jóvenes náhuat.
Por otra parte, a través de la escuela de música se adquirió una serie de instrumentos con los que los jóvenes están produciendo canciones que recuperan historias y conocimientos en el idioma de sus abuelos, en ritmos casi extintos, y ahora se preparan para compartir esta iniciativa en los próximos meses.
Los jóvenes los jóvenes indígenas implementan un jardín de variedades de plantas medicinales náhuat, así como un estanque de peces nativos que serán un atractivo cultural importante.
El Fondo Kolom No’ooj recibe el apoyo financiero de las Fundaciones Pawanka, Lush y Ford, y actualmente apoya iniciativas de recuperación de saberes indígenas mediante el dialogo intergeneracional.