Este martes 24 de noviembre se realizó el Webinar: “Aportes desde América Latina y el Caribe al proceso para la aprobación de una Recomendación General del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer – CEDAW sobre mujeres y niñas indígenas”, organizado por ONU Mujeres, donde se rescató la experiencia de mujeres indígenas y no indígenas quienes aportan al movimiento de mujeres desde diferentes instancias.
En el marco de este Webinar, la presidenta del FILAC, Dra. Myrna Cunningham, dio a conocer que la iniciativa para que CEDAW adopte una Recomendación General sobre los derechos de las Mujeres y de las Niñas indígenas es altamente relevante para los Pueblos Indígenas, para las mujeres, juventudes y niñas indígenas y para todas las personas en el mundo.
“Cuando se generan condiciones para que colectivos y sectores de la población vivan mejor, tengan condiciones adecuadas para ejercer sus derechos, para que sus deseos, sueños y voluntades puedas cumplirse, ello redunda en beneficios para toda la sociedad”, señaló.
Esta afirmación puede parecer muy obvia, pero si analizamos la historia reciente y el contexto en el que actualmente vivimos, parece que aún hay muchos que no lo ven así, toda vez que aún existen grupos con mucho poder político y económico que toman o promueven acciones que condenan a la pobreza y pérdida de derechos a gran parte de las personas, como si ello, además de ser dramático, no terminara perjudicando, de una forma u otra a los mismos que supuestamente se benefician.
Relevancia de una Recomendación General
En el caso concreto de la propuesta de una nueva Recomendación de la CEDAW sobre derechos de mujeres y niñas indígenas, Cunningham manifestó que ello es relevante, por que en primer lugar sería saldar una deuda histórica con las mujeres indígenas; en 2do lugar, por la importancia jurídica, conceptual y política de una Recomendación específica.
“En ese marco, una Recomendación General específica e integral sobre mujeres y niñas indígenas que recogiera los más desarrollado de la construcción jurídica global, que recopilara los temas esenciales que permitan avanzar en la concreción de derechos individuales y colectivos, sin duda alguna sería un aporte realmente significativo con impacto jurídico y sobre las políticas públicas nacionales”, dijo.
A más de 25 años de la Declaración y Plan de acción de Beijing y 13 de la Declaración ONU sobre Derechos de los Pueblos Indígenas, esta nueva Recomendación debe reflejar el estado de desarrollo social, económico y político de los Pueblos y en especial, de las mujeres indígenas.
Asimismo, la Recomendación debe orientar con toda claridad a los Estados, a los Organismos Internacionales y a la misma sociedad civil sobre que las mujeres indígenas son sujetos de derechos, son actores colectivos que deben respetarse y tomarse en cuenta a la hora de la implementación de políticas públicas y derechos humanos.
Contenidos específicos de la Recomendación
Respecto a los temas específicos a incluirse en la Recomendación, Cunningham dio a conocer que es necesario que la misma parta de reconocer la distancia gigante que actualmente tenemos entre norma y realidad o entre necesidades y propuestas de los Pueblos y mujeres indígenas comparado con las acciones estatales.
“Por tanto, la nómina de temas a abordarse en la Recomendación debe establecerse partiendo al menos de dos fuentes: por un lado, todos los derechos previstos en la CEDAW y en las “esferas” de Beijing, con una relectura propia del estado de los estándares internacionales en el presente; por otro lado, por las principales demandas y propuestas del movimiento de mujeres indígenas regional y global”.
En ese sentido, aunque todos los derechos son relevantes, no pueden obviarse aquellos aspectos que son clave como llaves estratégicas que abren la posibilidad de conseguir otros derechos como lo son la: participación de las mujeres indígenas, el empoderamiento, la legislación e institucionalidad, contar con información desagregada, según sexo, edad, origen étnico, la implementación de estrategias de prevención y erradicación de todas las formas de violencia contra las mujeres indígenas, crear condiciones e impulsarse acciones concretas para que los pueblos y mujeres indígenas puedan llevar adelante propuestas de desarrollo compatibles con sus tradiciones y culturas e incluir la perspectiva de los pueblos indígenas en especial de las mujeres en la agenda de desarrollo y ODS.
Sin obstaculizar estos procedimientos, que en si mismos tienen muchos desafíos porque implica poner de acuerdo a personas con perspectivas, opiniones y marcos culturales muy diversos, entendemos que la participación sustantiva de las mujeres indígenas y sus organizaciones es imprescindible tanto para el mejor contenido del documento, como para asegurar su visibilidad y posterior aplicación. De allí que es fundamental establecer una Hoja de Ruta para el trabajo, donde las diversas regiones del mundo puedan participar en igualdad de condiciones y donde, no se deje de lado ninguna de las demandas y propuestas estructurales que las mujeres indígenas del mundo levantan cada día.
En esta tarea, desde ya ofrecemos el aporte de FILAC que en nuestra región puede ayudar para que este proceso cuente con amplia participación de las mujeres indígenas y con ello, dar insumos útiles para que la Recomendación sea el mejor instrumento que podamos alcanzar en estos momentos.