“Las brechas socioeconómicas entre pueblos indígenas y no indígenas han aumentado en la región, por la migración y la consecuente crisis de refugiados”
“Las brechas socioeconómicas entre pueblos indígenas y no indígenas han aumentado en la región, por la migración y la consecuente crisis de refugiados, traduciéndose en agudas desventajas para las mujeres y niñas indígenas, señaló hoy Otilia Lux de Coti, representante del Programa Mujer Indígena (MILAC) del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y El Caribe (FILAC), durante su intervención en la 63ª sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW63), que se realiza en la sede de la ONU, Nueva York.
La líder indígena también se refirió a las amenazas y violaciones a los derechos de las mujeres y niñas indígenas, donde incluso se persigue, ataca y asesina a las defensoras de los derechos humanos y defensoras de la tierra, Territorio y Recursos Naturales.
“Las mujeres indígenas sufrimos una discriminación agravada y exclusión en el acceso al empleo y recursos económicos que inciden en su representación política, limitando así una plena y efectiva participación para las mujeres indígenas y nos ponen en situación de mayor vulnerabilidad ante la violencia de género”, añadió.
Según estadísticas, el 70% de las mujeres del mundo sufre violencia. En América Latina y el Caribe, una de cada tres ha sido agredida por su pareja y cerca del 30% de las asesinadas lo son a manos de un familiar o de su pareja. Los pocos datos sobre la situación de las mujeres indígenas reflejan que son doblemente victimizadas, pues además de ser objeto de violencia física, psicológica o emocional, patrimonial, económica, sexual, violencia obstétrica y política por ser mujeres, se les discrimina por ser indígenas.
Principales recomendaciones
En el marco de su intervención, Otilia Lux recomendó a los Estados tomar medidas para visibilizar y fortalecer la participación plena y efectiva de las mujeres indígenas en la generación de políticas públicas dirigidas a la especial atención y prevención de las diversas formas de violencias de las que son víctimas.
De igual manera recomendó a los Gobiernos cumplir sus obligaciones internacionales y adoptar medidas eficaces y especiales para niñas y mujeres indígenas, asegurando el mejoramiento continuo de sus condiciones económicas y sociales, con énfasis en el acceso a la protección social y el fortalecimiento de la capacidad institucional y de las legislaciones nacionales como estrategias contra la violencia de género.
Entre otras de las recomendaciones de Otilia Lux, están fortalecer la cooperación a nivel regional y subregional en materia de igualdad y empoderamiento de las mujeres; el diseño y adopción de políticas para que las trabajadoras indígenas reciban los salarios mínimos y protección en el trabajo, tal como promueve la OIT; redoblar esfuerzos y cumplir los compromisos suscritos en la Convención sobre la Eliminación de todas formas de discriminación contra la Mujer (CEDAW); la Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing; la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Belem do Pará); el Consenso de Montevideo; la Agenda 2030; la Declaración de los Derecho de los Pueblos Indígenas y el Plan de Acción de Iberoamérica para la Implementación de los Derechos de los Pueblos Indígenas.
La lideresa indígena destacó que “Nuestro compromiso regional es seguir avanzando en los marcos internacionales aplicables, incluyendo acuerdos globales, para la puesta en marcha del Plan de Acción de Iberoamérica para la Implementación de los Derechos de los Pueblos Indígenas, que incorpora los acuerdos y compromisos que los Estados miembros han asumido en la XXVI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado en el 2018, para generar condiciones propicias para la efectiva realización de los derechos individuales y colectivos de los Pueblos Indígenas, con enfoque intercultural, intergeneracional y con igualdad de género”, dijo Otilia Lux.
La jornada número 63 de la CSW, la reunión más importante de la ONU sobre la mujer, se extenderá hasta el 22 de marzo para debatir temas centrales referidos a la protección social, acceso a los servicios públicos e infraestructura sostenible.