La educación debe ser la estrategia central para una recuperación de la crisis de la COVID-19 que aspire a salvar el futuro y reconstruir sociedades más democráticas, inclusivas, sostenibles y con justicia social. Con este acento el Comité de Dirección Regional ODS-E2030 de América Latina y el Caribe hace un llamamiento a la acción a través de seis estrategias clave que abogan por asegurar el acceso de todas las personas, en especial las que se encuentran en situación de vulnerabilidad, a una educación inclusiva y equitativa de calidad.
Con base en las recomendaciones para la acción presentes en la Declaración de la Reunión Mundial sobre la Educación 2020, adoptada en octubre por todos los Estados Miembros de la UNESCO, las estrategias presentes en esta declaración llaman a priorizar y proteger el financiamiento educativo; reabrir las escuelas de forma segura y gradual; fortalecer y dignificar a docentes, directivos y directivas escolares y otro personal educativo; recuperar los aprendizajes y disminuir las brechas; reducir la brecha digital y promover la conectividad como un derecho; y profundizar la cooperación y solidaridad entre países, el desarrollo de alianzas y la coordinación regional e intersectorial.
El documento fue elaborado por el Comité de Dirección Regional ODS-E2030 de América Latina y el Caribe, un mecanismo adoptado por los ministros y ministras de Educación de América Latina y el Caribe, como un mandato dentro de los Acuerdos de Cochabamba: Solidaridad regional para el logro del ODS4-E2030 en América Latina y el Caribe (2018). Sus actuales miembros en representación de la región son Argentina, Brasil, Colombia, Curazao, Granada, Nicaragua, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela; la UNESCO, UNICEF y UNFPA; CARICOM, CECC-SICA, OEA, y OEI; y la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE) y la Internacional de la Educación.
La Declaración destaca a la educación como un derecho fundamental y bien público mundial y aboga por su protección para prevenir una catástrofe generacional “que podría despilfarrar un potencial humano incalculable, socavar décadas de progreso y agravar las desigualdades más arraigadas”, como declaró el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres.
La pandemia de la COVID-19 ha causado el trastorno más grave registrado en los sistemas educativos en toda la historia y amenaza con provocar importantes déficits de aprendizaje que podrían afectar a más de una generación de estudiantes. En América Latina y el Caribe, donde cerca de 165 millones de estudiantes se vieron afectados por el cierre físico de establecimientos educativos, el impacto de la pandemia COVID-19, está exacerbando las desigualdades educativas, amenazando con provocar un retroceso de al menos una década en los progresos alcanzados por los países en los últimos años.
El Comité Regional ODS-E2030 de América Latina y el Caribe se compromete a desempeñar un rol facilitador que apoye a los Estados Miembros de la UNESCO en la región para poner en marcha y fortalecer iniciativas que aborden las estrategias y acciones propuestas en este documento, y que permitan dar seguimiento a la Declaración de la Reunión Mundial sobre la Educación 2020.
Descargue la declaración completa “Priorizar el derecho a la educación salvará el presente y futuro de América Latina y el Caribe”