BOLIVIA, Oct 13 (FILAC) –Juventudes indígenas de Abya Yala destacaron la necesidad de sensibilizar y divulgar el Consenso de Montevideo, como un instrumento esencial que puede contribuir al avance de los derechos de los Pueblos Indígenas, durante el Diálogo “Visión y aportes de las juventudes indígenas del Abya Yala al Consenso de Montevideo a 10 años de su adopción”.
El diálogo, organizada por el Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y El Caribe (FILAC), a través del programa de Juventudes Indígenas conjuntamente con la Red de Jóvenes Indígenas de América Latina y el Fondo de Población de Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), el espacio buscaba generar diálogo y reflexión con las juventudes indígenas del Abya Yala, a fin de conocer sus desafíos y propuestas en el marco de la implementación del Consenso de Montevideo sobre Población y Desarrollo, a diez años de su adopción.
La ceremonia de apertura comenzó con una invocación espiritual a cargo del Tata Carlos Lix de Guatemala. Posteriormente, Freddy Mamani, presidente del Consejo Directivo del FILAC, subrayó la importancia de este diálogo, que reunió a más de medio centenar de jóvenes indígenas de la región.
Por su parte, la primera vicepresidenta del FILAC, Myrna Cunningham, resaltó que “El consenso de Montevideo, como se señaló a lo largo de esta reunión, es un acuerdo intergubernamental, un instrumento regional, que se enmarca en una serie de instrumentos de derechos humanos y por lo tanto constituye una herramienta fundamental para el avance en el ejercicio pleno de los derechos individuales y colectivos de hombres y mujeres de distintos grupos de edad de los Pueblos Indígenas”.
Cunningham también aseveró que a lo largo de este diálogo se pudo conocer el limitado conocimiento y aplicación del Consenso de Montevideo a lo largo de los 10 años, incluso el planteamiento de un alto grado de desconocimiento de parte de jóvenes y de las personas en las distintas comunidades. Este diálogo marca el inicio de una serie de cuatro encuentros que se desarrollarán próximamente.
Este primer dialogo contó con la participación de destacados expertos y activistas, entre ellos Susana Sottoli, directora regional del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA), Saúl Vicente, ex integrante del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas, Juanita Ovalle y Eduardo Peralta ambos de la Red de Jóvenes Indígenas. La actividad fue moderada por Dalí Ángel, Coordinadora del Programa de Juventudes Indígenas.
Principales Conclusiones
Durante este diálogo se destacaron varias conclusiones, entre las que se destacan: la necesidad de sensibilizar y difundir el Consenso de Montevideo como un instrumento fundamental. No solo se trata de entender el Consenso en sí mismo, sino también de aplicarlo para fortalecer la implementación del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y los derechos contenidos en diversos instrumentos como la CEDAW. También se reconoció que el Consenso puede contribuir al avance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Asimismo, se resaltó la brecha existente entre los derechos reconocidos y su implementación, especialmente en relación con los derechos territoriales. Se destacó la fuerte presión derivada del modelo extractivista, que afecta a los Pueblos Indígenas en diferentes contextos, incluyendo a aquellos en aislamiento voluntario.
El tema de racismo y discriminación también fue planteado por los jóvenes, quienes señalaron que existe un incremento de racismo, discriminación y empobrecimiento de los Pueblos Indígenas; así como las faltas de posibilidades para alcanzar el Buen Vivir y la visión de desarrollo.
Se reconoció la existencia de diversas formas de violencia que enfrentan los Pueblos Indígenas dentro de sus comunidades y cuando se ven obligados a desplazarse hacia centros urbanos o incluso a otros países. La violencia y el desplazamiento siguen siendo limitantes fundamentales.
En cuanto a al derecho a la salud sexual se identificó que sigue siendo un problema la mortalidad materna, los matrimonios y embarazos en adolescentes, así como la falta de acceso a servicios básicos de salud básica y reproductiva, que se expresa en la falta de acceso a servicio de planificación familiar, falta de conocimiento y falta de educación de salud reproductiva desde temprana edad.
Un aspecto que quedó claro es que, si bien hay avances en cuanto al reconocimiento de la interculturalidad en salud y educación, estas políticas en pocas oportunidades se trasformar en programa y presupuestos que permitan llegar a nivel de comunidades y esto reduce las posibilidades de avanzar en las recomendaciones que tiene el Consenso de Montevideo.
Se señaló la necesidad de formulación de políticas interculturales, la desagregación de datos en distintos niveles para la formulación de políticas públicas, el cumplimiento de marcos normativos relacionados con los derechos territoriales, el acceso a nuevas tecnologías para la defensa del territorio y programas de formación que permitan la permanencia en territorios ancestrales. También se enfatizó la importancia de la articulación de ciclos de vida, el compromiso de las juventudes para la transferencia de conocimientos y la creación de espacios intergeneracionales y la formulación y generaciones de modelos interculturales en salud, en donde las juventudes indígenas desempeñen un papel central.