ECUADOR, Nov 21 (FILAC) – El canto en el idioma Shuar-Chicham rompió la quietud de las comunidades Chuwitayo y Untpastaz al nororiente de Ecuador, las voces de las niñas y niños que ensayaban las entonaciones de los cantos preservados por las personas mayores del pueblo.
Las juventudes de las comunidades se han organizado para revitalizar los mitos, cuentos y cantos Shuar a través de las artes performáticas y la producción del cortometraje “La Cueva de los Tayos”. Su misión trasciende hacia la preservar la lengua y el empoderamiento de las juventudes con la cultura e identidad del pueblo Shuar.
“Esta iniciativa tiene como objetivo recuperar el idioma, la lengua que se está perdiendo en la zona más que todo en las nuevas generaciones y esto lo haremos a través del arte que es la herramienta puntual que nosotros utilizamos”, asevero Darling Antonio Kaniras Aguinda, responsable técnico de la iniciativa.
La iniciativa “Revitalización de mitos y cuentos Shuar a través de los Artes Performativos”, abrió las oportunidades artísticas para que las juventudes de las comunidades conozcan y reproduzcan los cuentos, cantos y mitos preservados a lo largo del tiempo.
La iniciativa fue poyada por la primera edición del Fondo Concursable Qhapaq Ñan, que es impulsado por el Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (FILAC), junto a la Red de Jóvenes Indígenas de América Latina y el Caribe, y es financiado por las Fundaciones Pawanka y Ford.
La lengua Shuar lucha por su supervivencia
La lengua Shuar enfrenta el riesgo de desaparecer entre las nuevas generaciones, llevándose consigo la tradición de narrar cuentos y mitos, una piedra angular para transmitir sabiduría práctica entre generaciones.
De acuerdo a las personas mayores de la comunidad, las generaciones jóvenes se encuentran cada vez más desconectados de su lengua, cultura e identidad. Entre las causas del estancamiento del aprendizaje es la migración hacia áreas urbanas, que ha aislado a los niños de sus territorios, privándolos de su entorno natural.
En la zona geográfica del pueblo shuar de Chuwitayo, convergen diversas influencias culturales, desde lo mestizo hasta lo quichua, lo cual impacta en la conservación de la lengua. La presión migratoria, la venta de tierras y los cambios en los hábitats han contribuido a una paulatina de su pérdida y la cultura Shuar.
Esta transición ha generado un sentimiento de vergüenza entre los jóvenes al hablar su lengua, exacerbado por la marginación y la presión externa hacia la asimilación.
“Ahora, los jóvenes de esta generación se sienten avergonzados al hablar el idioma, ya que los mestizos llegaron y comenzaron a acaparar la tierra, utilizando a los Shuar como peones. Predomina el mestizaje”, señaló Kaniras.
Cortometraje basado en el mito de la Cueva de los Tayos
Las comunidades Chuwitayo y Untpastaz están ubicadas en la Amazonia ecuatoriana, la brecha digital y el acceso a tecnologías es limitado, pero estas condiciones no han mermado los ánimos de las juventudes que han encontrado soluciones creativas para el registro audiovisual de los mitos, cuentos y cantos Shuar.
Los registros del entorno, de los sonidos y voces se convertirán en una banda sonora que acompañará el cortometraje basado en el mito de la Cueva de los Tayos.
El mito de la Cueva de los Tayos, cuenta la historia de dos hermanos que emprenden una travesía de supervivencia. Es una historia educativa que enseña cómo la salida de la cueva es guiada por el canto de los pájaros y el rugido de los tigres. La historia, que dura alrededor de 10 minutos en el cortometraje, refleja mitos y leyendas de la cultura Shuar, incluyendo encuentros con animales y espíritus.
El guion fue elaborado con la ayuda de los mayores de la comunidad, sus orientaciones fueron recibidas en encuentros intergeneracionales en donde se documentaron diversas versiones de la leyenda de la Cueva de los Tayos.
Es la primera vez que los jóvenes de las comunidades se aventuran en un proyecto de esta índole. Aunque algunos tienen experiencia en teatro, nunca habían participado en una producción de tal magnitud, que incluye actuación, canto y grabación. La muerte reciente de uno del tallerista inspiro para terminar el cortometraje en su honor.
“Esta es la primera vez que hacemos un cortometraje en la comunidad. Anteriormente, hemos realizado videos cortos sin guiones para promocionar proyectos en redes sociales. En cuanto a la elaboración del guion, personalmente tengo experiencia previa en la ciudad y en procesos de resistencia en la defensa de nuestros ríos y de la madre tierra. Los jóvenes de la zona de la Cueva de los Tallos, están aprendiendo sobre la elaboración de guiones, es una experiencia nueva para ellos y los emociona mucho”, señaló Kaniras.
El arte sonoro del pueblo Shuar
Los ecos de la selva, el trinar de los pájaros, el agua recorriendo su cauce, las ramas y hojas moviéndose con el viento, son algunos de los sonidos registrados en la banda sonora producida por las comunidades Chuwitayo y Untpastaz de Ecuador.
Cada madrugada la comunidad se reunía para escuchar las personas mayores contar sus historias que fueron heredadas de sus abuelas y abuelos. En cada encuentro las narraciones fueron reconstruyendo cada uno de los mitos y cuentos del pueblo Shuar.
Las juventudes participantes recibieron formación en vocalización, elaboración y ejecución de instrumentos musicales de viento y percusión hechos con materiales de la selva.
“Habíamos colaborado previamente con estos jóvenes, muchos de los cuales tienen el anhelo de explorar el arte y la música. El desarrollo del proyecto ‘Qapaj Ñan’ ha despertado un gran interés en la juventud, que ha asumido roles esenciales en la producción del cortometraje. Incluso los más pequeños están emocionados y contentos de formar parte”, explico Kaniras.
Una escuela para reconocer los saberes ancestrales
La escuelita de saberes es un espacio basado en una choza tradicional que promueve la educación de niños y jóvenes, tanto formalmente, dentro del sistema nacional de la educación intercultural y bilingüe, e informalmente, a través del aprendizaje práctico y la exploración creativa.
Sus enfoques de trabajo son: la transmisión de saberes ancestrales y esenciales para la vida en la selva y en el mundo exterior, que busca proteger y revitalizar la cultura y el idioma Shuar a través de espacios intergeneracionales para su transmisión, y a través de la involucración de las nuevas generaciones en su constante creación y recreación. Además, enseñan conocimiento vital para la vida en el mundo exterior (dentro del Ecuador y en el extranjero) para preparar a los jóvenes de seguir sus sueños hasta donde sea y prosperar en cualquier ambiente.
La exploración y expresión creativa del mundo y de uno mismo, debido a que existen pocas oportunidades para niños y jóvenes de expresarse de manera creativa y explorar su mundo exterior e interior desde varias perspectivas. Brindan los materiales necesarios y un espacio para ejercitar su imaginación y creatividad, así como la pericia de los maestros para guiarlos en esta exploración.
La protección y restauración territorial y personal, existe una conexión innegable entre la salud de la tierra y el bienestar de sus habitantes. En el contexto actual de la degradación ambiental y ruptura social, buscan involucrar a los niños y jóvenes en un proceso continuo de valorar, proteger, y restaurar su ambiente con el fin de asegurar su existencia para esta y futuras generaciones. Al mismo tiempo, y frente a las amenazas ambientales y sociales.
Kaniras explicó que, en la comunidad, durante los talleres, se crea un ambiente propicio para la transmisión oral en Shuar, lo cual resulta natural para los niños. Sin embargo, algunos padres no fomentan este aprendizaje lingüístico, y eso hace que su avance sea más lento.
“Estamos comprometidos en involucrar a cada padre o madre que pueda aportar historias, mitos o canciones nuevas al proyecto”, expresó.