El pueblo indígena waurá vive a orillas de la laguna Piyulaga, que también da nombre a su aldea, que significa “lugar de pesca” en la lengua nativa arawak.
Los residentes son hábiles pescadores. Mientras su barca flota en la laguna, un grupo lanza una red desde un lado y un joven clava su caña en el agua por el otro, en dirección a un grupo de peces que, asustados, nadan directamente hacia la trampa. Los pescadores indígenas los sacan de la red, los matan con los dientes y los arrojan a la barca. La técnica se repite en puntos estratégicos de la laguna hasta llenar unas cuantas bolsas.
Fuente/Guert/MásInformaciónAqui