Las mujeres indígenas oaxaqueñas comenzaron a entrar por una rendija a los espacios anteriormente vedados para ellas: la política, las artes y la ciencia. En esas ramas se han abierto camino impulsadas por sus antecesoras, que visibilizaron un cambio, y también por jóvenes y niñas empoderadas. Uno de los lugares donde se ve esta transformación es Teotitlán del Valle, una pequeña localidad zapoteca a 25 kilómetros de la capital de Oaxaca, cuya economía está sustentada en la elaboración de tapetes artesanales de lana. El 70% de sus 6.392 habitantes se dedican a ella.
Fuente/Elpais/MásInformaciónAqui