En ese escenario, el Fondo para el Desarrollo de Pueblos Indígenas (Filac) tiene un rol esencial en su preservación y promoción dentro de estas comunidades.
En declaraciones a Prensa Latina, Dali Ángel Pérez, miembro de la coordinación de Filac, consideró indispensable el apoyo de los gobiernos locales y del mundo para aplicar los extendidos debates sobre los derechos de las féminas de pueblos autóctonos.
La también coordinadora del Programa Juventudes y Mujeres del organismo detalló que los diálogos al respecto parten de la implementación de la Recomendación general 39, emitida en 2022 por el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer.
Entre otros aspectos, la normativa proporciona orientación a los estados partes sobre las medidas legislativas, políticas y otras pertinentes para garantizar el cumplimiento de sus obligaciones en relación con los derechos de las mujeres y las niñas indígenas.
Temas como el acceso a la tierra, la salud, la educación, la cultura, y el trabajo, junto a la participación efectiva en la vida política y pública aparecen incluidos en ese texto, considerado un gran avance para las miembros de las comunidades.
No obstante, Pérez explicó que la implementación demanda encontrar la forma de medir los indicadores, un trabajo que Filac desarrolla de conjunto con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.
Tras una reciente reunión regional con más de 200 indígenas, el Fondo de Desarrollo y la Cepal presentaron los indicadores identificados y surgieron recomendaciones en aspectos como la propiedad de tierras y territorios o la participación política.
Se trata, de acuerdo con la coordinadora, de una experiencia regional en la que Bolivia juega un rol protagónico como presidente de Filac.
“Lo ideal sería que esto salga bien y sea replicado en otras regiones socio culturales del mundo, que sea una buena experiencia regional y, sobre todo, que invite a los estados a que se sumen”, aseveró.
Las conversaciones buscan incentivar a que otros países sigan el ejemplo de Bolivia, México o Brasil para que puedan dar seguimiento a la recomendación y apoyar los derechos de las mujeres indígenas, agregó.
De acuerdo con estimaciones de la ONU, la población indígena global asciende a 476,6 millones, de los cuales más de la mitad son mujeres, mientras que 52,2 millones viven en América Latina.
A pesar de esta paridad, fenómenos como la discriminación y la violencia resultan recurrentes en la vida de muchas féminas fuera y dentro de sus territorios.
El Fondo para el Desarrollo de Pueblos Indígenas está integrado por 19 países de la región, entre ellos, Argentina, Brasil, Colombia, Cuba y Venezuela, junto a España, Bélgica y Portugal como miembros extra regionales.
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