Milenio.- El estado brasileño de Amazonas (norte) decretó un nuevo confinamiento de 15 días a partir de este lunes, con suspensión de los servicios considerados no esenciales para contener un repunte de la pandemia de covid-19.
La capital regional, Manaos, una de las ciudades más golpeadas durante los primeros meses de la pandemia, revivió este fin de semana imágenes de hospitales llenos y de camiones frigoríficos habilitados para conservar los cuerpos en espera de inhumación.
En las últimas 24 horas se registraron en el estado 23 decesos por la pandemia, que ya se cobró más de 196 mil 500 víctimas fatales y contagió a más de 7,7 millones de personas en Brasil.
Amazonas totaliza casi 203 mil casos y 5 mil 368 muertes de nuevo coronavirus, según datos del Ministerio de la Salud. Proporcionalmente, ocupa el undécimo lugar entre los 27 estados brasileños en número de contagios, pero el tercero (junto al vecino Roraima y a Mato Grosso) en cantidad de óbitos. “Amazonas está saliendo de la fase roja y entrando a la fase morada” del covid-19″, ilustró la Fundación de Vigilancia de la Salud del gobierno regional.
La mayor parte de los casos se concentran en Manaos, sobre la cual un estudio llegó a conjeturar en septiembre que había alcanzado la inmunidad de rebaño debido al alto número de contagios de la primera ola.
La capital alberga 52% de los 4,2 millones de habitantes del estado, conectado principalmente por vía fluvial y con un gran número de pueblos indígenas.
Pese al confinamiento, en varias zonas de la ciudad algunas tiendas consideradas no esenciales abrieron la mañana del lunes.
Filas en bancos y aglomeraciones en terminales de autobuses también eran visibles.
En las inmediaciones de los hospitales era posible observar un flujo alto de ambulancias y vehículos funerarios.
Algunos pacientes reclamaban por la demora en ser atendidos ante el Hospital 28 de agosto, uno de los centros públicos destinados al tratamiento del covid-19, reportó un fotógrafo de la AFP.
Durante la primera ola de la pandemia en Brasil, que se inició en febrero, Manaos registró entierros masivos y su cementerio se convirtió en una de las más dramáticas postales de la enfermedad en el país.
El repunte de casos y muertes las últimas semanas es similar al de otras regiones del país, el segundo con más fallecimientos (después de Estados Unidos), aunque hasta ahora no se oficializó ningún pedido de vacunación.
El gobierno federal asegura negociar 360 millones de dosis de vacunas, entre ellas 210 millones de la desarrollada por Oxford con la farmacéutica británica AstraZeneca, así como 42 millones del conglomerado internacional Covax y más de 70 millones de Pfizer-BioNTech (Estados Unidos/Alemania). La gobernación de Sao Paulo adquirió por su lado seis millones de dosis del inmunizante Coronavac, del laboratorio chino SinoVac, e insumos para producir localmente otras 40 millones de dosis.