Foto: ©FAO/Pier Paolo Cito
ROMA, Mar 05 (FILAC) – En el marco de la Conferencia Internacional sobre Biodiversidad Ampliada (COP16), 150 países alcanzaron un acuerdo histórico para financiar la conservación de la biodiversidad, superando los desafíos que, en la cumbre anterior, celebrada en Cali, Colombia, impidieron avances significativos.
El acuerdo, considerado un hito en la lucha global contra la pérdida de biodiversidad, asegura los recursos necesarios para implementar el Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal. Este compromiso internacional busca frenar la degradación del entorno natural para 2030, estableciendo una hoja de ruta clara y medible.
Entre los principales objetivos del acuerdo firmado en 2022, destacan la protección del 30% de la superficie terrestre y marina y la movilización de 200 mil millones de dólares para la conservación de la biodiversidad. En este marco financiero, los países desarrollados destinarán 30 mil millones de dólares en apoyo a naciones con menores recursos, duplicando el compromiso de 2022, que ascendía a 15 mil millones.
Susana Muhamad, presidenta de la COP16, calificó la adopción del plan como “un día histórico para la biodiversidad”. A través de su cuenta en la plataforma X, destacó que “por primera vez, logramos la adopción de un plan global que garantizará el financiamiento para la conservación de la vida en el planeta”.
La cumbre, celebrada en la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Roma, marcó un punto de inflexión tras el estancamiento de las negociaciones en Cali, en noviembre de 2024, donde la falta de quórum impidió alcanzar consensos.
El acuerdo fue impulsado por la Unión Europea, Canadá y Japón, con la notable ausencia de Estados Unidos. Su implementación, prevista en un plan de trabajo a cinco años, permitirá liberar recursos estratégicos para los países en desarrollo, promoviendo acciones concretas para reducir la degradación de la biodiversidad y fortalecer su conservación a nivel global.
Los Pueblos Indígenas son los principales guardianes de la biodiversidad en Centroamérica. Aproximadamente el 39% de las áreas protegidas más ricas en biodiversidad de la región están establecidas sobre sus territorios, destacando su papel esencial en la conservación del patrimonio natural.