AMAZONIA, Feb 4 (FILAC) – Un grupo de jóvenes líderes y lideresas indígenas de Ecuador, Bolivia, Brasil, Colombia y Perú celebró su graduación del “Curso de Justicia Medioambiental para Pueblos Indígenas de la Amazonía”. Durante el programa de formación, los participantes adquirieron herramientas técnicas para defender sus territorios, promover la justicia medioambiental y fortalecer su rol como guardianes de los bosques y defensores de la Madre Tierra.
Los Pueblos Indígenas, que representan el 6% de la población mundial, son responsables de proteger aproximadamente el 80% de la biodiversidad global y contribuyen al 25% de la retención de carbono en el planeta. Esta función esencial, cada vez más reconocida, subraya la importancia de su participación activa en la lucha contra la crisis climática.
El curso, impulsado por el Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (FILAC) y la Universidad Indígena Intercultural (UII), con el apoyo de la Fundación Henry Luce, no solo brindó formación técnica, sino que también reforzó la visión del Buen Vivir – Vivir Bien, promoviendo una relación armónica entre las comunidades y la naturaleza.
A lo largo del programa, los jóvenes trabajaron en planes de incidencia enfocados en problemas ambientales clave, como la minería ilegal, la contaminación por productos químicos derivados de actividades mineras y petroleras, la pérdida de territorios, la deforestación intensiva y la contaminación por mercurio. Estos desafíos, que amenazan la biodiversidad y los ecosistemas amazónicos, fueron abordados desde una perspectiva comunitaria e indígena.
Myrna Cunningham, vicepresidenta de FILAC, destacó que este curso “no es el cierre de un proceso formativo, sino el inicio de nuevas acciones para transformar los territorios de nuestros pueblos y fortalecer la lucha por la justicia medioambiental”.
Asimismo, hizo un llamado a los Pueblos Indígenas para consensuar propuestas concretas de cara a la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), que se celebrará en 2025 en Belém do Pará, Brasil. En particular, urgió a enfocarse en la implementación del artículo 6 del Acuerdo de París.
Gasparini Kaingang, asesor del Ministerio de Pueblos Indígenas de Brasil, también resaltó la relevancia de la COP30, considerándola como una oportunidad clave para que los Pueblos Indígenas eleven sus voces en los foros internacionales.
“La Amazonía será el escenario y nosotros sus guardianes. Debemos estar preparados para presentar nuestras demandas y soluciones basadas en nuestros conocimientos ancestrales y nuestra experiencia como cuidadores del planeta”, afirmó Kaingang.
Laura Oroz, representante de la Agencia Española de Cooperación para el Desarrollo (AECID) y vicepresidenta de FILAC, reiteró el compromiso de la cooperación española con la formación de liderazgos indígenas, destacando su apoyo a la protección del medio ambiente en foros internacionales como la COP30 y en la implementación del Acuerdo de Escazú.
Erik Altamirano, de la comunidad boliviana Esse Ejja, expresó su satisfacción por haber participado en este curso, destacando la oportunidad de compartir inquietudes y desafíos, así como de reflexionar sobre las acciones necesarias para la protección de la Madre Tierra.
“Este curso ha sido muy gratificante. Nos ha brindado conocimientos valiosos y excelentes tutores que nos han orientado a encaminar nuestras causas de manera más efectiva”, señaló Altamirano.
Este curso no solo representa una inversión en el conocimiento y las capacidades de las juventudes indígenas, sino también un paso fundamental hacia la defensa activa y sostenible de los territorios y recursos naturales de la Amazonía. Con su graduación, estos jóvenes se consolidan como agentes clave en la lucha por un futuro más justo y sostenible para la región y el planeta.