Una variedad de plantas propias de la región, destinadas al invernadero establecido en la aldea Llanos de Urbina, en el municipio de Cantel, departamento de Quetzaltenango, Guatemala, fueron entregadas por el Proyecto “Prevención y control de la diabetes en poblaciones indígenas de Guatemala ” a la oficina de Medio Ambiente de la municipalidad de Cantel y a los Grupos de autoapoyo comunitario de personas diabéticas que participan del proyecto, el jueves 28 de abril.
La implementación del invernadero es un trabajo conjunto realizado por las autoridades comunitarias, municipales y de salud del municipio en el marco del proyecto “Prevención y control de la diabetes en poblaciones indígenas de Bolivia, Guatemala y Nicaragua WDF 19-1730”, misma que es ejecutada por la Asociación I.D.E.I y el Organismo Naleb con el apoyo financiero del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (FILAC) y la Fundación Mundial de la Diabetes (WDF). El objetivo de realizar el invernadero es promover las propiedades, beneficios y manejo de las plantas medicinales para prevenir o controlar la diabetes.
Entre las plantas entregadas están, yerba Luisa (Aloysia citrodora), que sirve para preparar tónicos estomacales, digestivos y antiespasmódicos; romero (salvia rosmarinus), que es digestivo y antiespasmódico, también diurético, antiinflamatorio y antioxidante; ruda (ruta graveolens) que se emplea para calmar dolores reumáticos, curar la sarna, problemas de la piel, hinchazón de la piel, conjuntivitis y como tratamiento natural contra la pérdida de cabello; tomillo (Thymus), usado para el tratamiento de ciertas afecciones de las vías respiratorias altas, particularmente las que cursan con tos irritativa, laringitis, bronquitis, asma y gripe; Toronjil (Melissa officinalis), se emplea para calmar los nervios, aliviar los dolores espasmódicos, dolores menstruales, bajar la fiebre, afecciones intestinales, dolor estomacal, flatulencias y náuseas; como medicamento de uso externo se utiliza para tratar picaduras de insectos y halitosis; altamisa (Ambrosia peruviana), reduce la fiebre, dolores de cabeza, artritis, además tiene propiedades astringentes y actúa como emoliente y suavizante natural; manzanilla (chamaemelum nobile) usada para trastornos digestivos, dolores mesnstruales, afecciones renales y de la vejiga; menta (mentha spicata), posee propiedades antiinflamatorias, antivirales, antibacterianas y vasodilatadoras que ayudan a aliviar el resfriadoy dolores de garganta; Orégano (Origanum vulgare), ayuda a reducir la tos; Salvia Santa (buddleja americana), es buena en caso de sufrir dolores estomacales, diarreas, vómitos, dolor de muelas y de garganta; Cola de caballo (Equisetum arvense), ayuda en la disminución de la retención de líquidos, es buena para los cálculos renales y de vejiga; y sábila (aloe), es calmante, cicatrizante, humectante y regeneradora.
Los pueblos indígenas, por su estrecha relación con la naturaleza, tienen un amplio conocimiento sobre las plantas medicinales. Las prácticas ancestrales son un pilar fundamental en la salud de las comunidades y sus habitantes, los conocimientos transmitidos de generación en generación son de gran ayuda para tratar los malestares que conllevan las distintas enfermedades.
La medicina ancestral maya se practica en cada región de una forma particular, sin embargo, a pesar de las diferencias que existen, comparten aspectos que la hacen similares como ser el origen de las enfermedades, las causas, el tratamiento y recuperación.
La diabetes mellitus tipo 2 (DM2) es una enfermedad considerada nueva entre los pueblos indígenas. Según la medicina académica, para prevenir y controlar la diabetes, se debe tener una alimentación saludable, hacer ejercicios y realizar el control preventivo de peso, presión arterial y glicemia.
Llanos de Urbina
Los llanos de Urbina es un fértil valle, de 12 kilómetros de extensión se encuentra ubicado en el municipio de Cantel, departamento de Quetzaltenango, en las tierras altas del occidente de Guatemala. forma parte de la gran caldera volcánica , en la actualidad la población se dedica, casi exclusivamente, a la agricultura. Durante la colonia el lugar fue el escenario de batallas entre el ejército de los españoles y el ejército del Reino Quiché; hacia finales del siglo XVIII, los terrenos de la aldea pertenecieron al sargento mayor Ignacio de Urbina, de ahí su actual nombre.