BOLIVIA, Abr 30 (FILAC) – El Instituto Iberoamericano de Lenguas Indígenas (IIALI) en colaboración con el Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas América Latina y el Caribe (FILAC) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), ha iniciado el trabajo para la elaboración del “Atlas de las Lenguas Amazónicas en serio peligro en Bolivia”.
El objetivo primordial del Atlas es proporcionar información para la toma de decisiones fundamentadas con relación a las intervenciones necesarias para detener e incluso revertir el constante declive de las lenguas indígenas en la Amazonia.
Según el Informe de Evaluación de la Amazonia 2021, elaborado por el Panel Científico de la Amazonia y la Red de Soluciones de Desarrollo Sostenible, una Iniciativa Global para las Naciones Unidas, se estima que actualmente se hablan más de 300 lenguas indígenas en esta región. No obstante, este número representa solo una fracción de las más de 1.000 lenguas que se hablaban cuando los colonizadores europeos llegaron.
El Atlas será una herramienta crucial para abordar esta situación y proteger el futuro de las lenguas indígenas amazónicas.
En Bolivia, la Constitución Política del Estado reconoce un total de 36 lenguas indígenas. Según el estudio previamente mencionado, Bolivia exige por ley el uso de al menos dos lenguas en todas sus actividades de gobierno. Es importante destacar que, si bien una de ellas debe ser el castellano, la otra puede ser una lengua indígena de acuerdo con la región.
En otros países amazónicos, el reconocimiento oficial del uso de lenguas indígenas se limita a las regiones donde predominan.
La elaboración del Atlas comenzó con un taller que contó con la participación de expertos lingüistas. Durante dicho evento, se llevó a cabo una discusión detallada sobre la metodología a seguir en la formulación del Atlas, incluyendo la revisión de la ficha de recolección de información.
Además, se identificaron las comunidades lingüísticas con las que se trabajará, tomando en cuenta el estado de vitalidad de sus respectivas lenguas de acuerdo con el sistema de escalada de vitalidad de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) 2003-2029. También se asignaron roles y funciones al equipo de consultores y se estableció un cronograma de trabajo
Atlas de las lenguas indígenas amazónicas
El Atlas será construido utilizando una rigurosa recopilación de datos provenientes de diversas fuentes, incluyendo el último Censo Nacional de Población (2012), así como documentos y trabajos científicos de nivel nacional y regional, informes de organizaciones indígenas y no gubernamentales, así como consultas con miembros de las comunidades a través de visitas y acciones de trabajo de campo.
Este proceso exhaustivo documentará la situación de entre 15 y 20 lenguas en peligro de desaparición, de un total de 23 que se hablan en la región amazónica. El Atlas proporcionará una visión completa de la situación lingüística en la Amazonía, considerando la amplia variedad de lenguas que se hablan en esta zona geocultural.
La información recopilada será utilizada para evaluar la vitalidad de las lenguas preseleccionadas, utilizando estudios a nivel nacional, regional y global para determinar su nivel de amenaza, ya sea severa o crítica. También se identificarán las acciones de revitalización cultural y lingüística en curso. Con esta información, se elaborarán mapas y líneas de política, estrategias y recomendaciones tanto para las comunidades de hablantes como para los gobiernos locales, departamentales y nacionales.
La elaboración del Atlas estará a cargo de expertos lingüistas y científicos sociales, tanto indígenas como no indígenas, con amplia experiencia en el tema. Para acceder a las comunidades, se obtendrá el consentimiento previo, libre e informado de las autoridades naturales y políticas. Asimismo, al salir de las comunidades, compartiremos con ellos los principales datos obtenidos.
Es importante destacar que el Atlas se enfocará en aquellos territorios donde las lenguas originarias están en grave y crítica amenaza, según la escala establecida por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).