PERÚ, Oct 21 (FILAC) – En el Perú, la anemia infantil es un problema urgente y persistente que afecta al 43.1% de niños y niñas entre 6 y 35 meses a nivel nacional, según los datos recabados en la última Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDES 2023). Esta situación es sumamente crítica en varias regiones, siendo Puno una de las más afectadas, donde se ha observado la mayor prevalencia de anemia infantil, llegando al 70.4%. En otras palabras, 7 de cada 10 niños y niñas en esta región padecen esta condición.
Ante este panorama preocupante, un grupo de jóvenes quechuas y aymaras del distrito de Arapa, en la región de Puno en Perú, ha llevado adelante la iniciativa innovadora “Venciendo la anemia desde la revitalización de la identidad cultural alimentaria: Escuelita del Altiplano contra la Anemia”. Su objetivo es generar un impacto significativo en la reducción de la anemia en la niñez indígena de esta zona.
Esta iniciativa se enfoca en la revitalización de la identidad cultural alimentaria, la educación en alimentación nutritiva, promover el comercio local de las familias agricultoras y ganaderas, y la implementación de aperitivos nutritivos ricos en hierro a base de alimentos nativos.
Roxana del Carpio, responsable de esta iniciativa, sostiene que la escuelita del Altiplano contra la anemia busca brindar una respuesta integral y culturalmente relevante ante este problema, a diferencia de las intervenciones tradicionales que a menudo no tienen en cuenta el contexto cultural de los pueblos y comunidades indígenas.
Además, expresó su preocupación por el hecho de que la anemia sea considerada un problema de salud pública para los niños y niñas, al tiempo que se les critique por su condición relacionándolos con la flojera o el bajo rendimiento escolar. Sin embargo, detrás de todo esto se encuentra la anemia, un problema que no solo afecta el presente, sino también el futuro de los niños.
La pérdida de neuronas a causa de la anemia es un problema irreversible. Por eso, esta iniciativa ha sido creada con esta realidad en mente, sintiendo una necesidad apremiante de tomar medidas ante esta situación.
Un enfoque integral para combatir la anemia
La iniciativa se ha enfocado intensamente en la inclusión de la niñez menor de cinco años y sus respectivas familias que son afectados por la anemia. El trabajo engloba una serie de acciones integrales, involucrando tanto a los pequeños como también a sus padres y madres en el proceso.
“Como líderes jóvenes de la comunidad indígena, hemos trabajado en colaboración con una nutricionista para asesorar a las madres en temas relacionados con la anemia y sus consecuencias. Hemos destacado la importancia de prevenir la anemia en los niños y niñas y cómo esta puede afectar su futuro, tanto en su educación universitaria como en su desempeño laboral”, señaló del Carpio.
Es crucial tomar medidas rápidas en los hábitos alimenticios de las familias para prevenir y tratar la anemia, ya que esta enfermedad puede tener consecuencias irreversibles en el desarrollo neuronal de los niños y niñas.
Según la Organización Mundial de la Salud, la anemia puede originarse por diversos factores, tales como deficiencias nutricionales, una dieta o una absorción inadecuadas de nutrientes, infecciones, inflamaciones, enfermedades crónicas, trastornos ginecológicos y obstétricos, y problemas hereditarios en los glóbulos rojos. Cabe destacar que la falta de hierro, debido principalmente a una dieta insuficiente en este mineral, es una de las causas más comunes de la anemia.
Además de trabajar en conjunto con una ingeniera agroindustrial y con Roxana, quien posee amplia experiencia en la elaboración de comidas ricas en hierro a base de hígado, también han llevado a cabo talleres con el objetivo de enseñar a las familias cómo preparar platos nutritivos y altos en hierro, como aquellos a base de sangre, hígado y vegetales verdes. También han mostrado la importancia de incluir estos alimentos en su dieta diaria, realizando demostraciones de platillos tanto salados como dulces.
Revalorizando los alimentos andinos
Uno de los objetivos principales de esta iniciativa es revalorizar los productos andinos y su relevancia en la alimentación. Es fundamental que las comunidades comprendan el verdadero valor de alimentos andinos como la quinua, la cañahua, las habas y la oca, los cuales son ricos en hierro.
Roxana ha señalado que en la comunidad hay muchas familias que son agricultores y que lamentablemente existe una tendencia a menospreciar los alimentos andinos. Por ello, han enfatizado la importancia de revalorizar estos productos, promoviendo que no se vendan o intercambien en su totalidad en el truque.
En su lugar, se les insta a consumir una parte considerable de insumos disponibles en la zona, en vez de depender excesivamente de productos como fideos, arroz y otros insumos, así como la valorización del consumo de verduras.
Snacks nutritivos ricos en hierro, derivados de alimentos nativos
En el marco de esta iniciativa, se ha brindado apoyo a siete familias que se dedican a la agricultura, la ganadería y el suministro de productos nativos para la elaboración de snacks nutritivos ricos en hierro.
Estas familias han sido beneficiadas con la reactivación económica a través del comercio local.
Es importante recordar que un snack nutritivo es una porción pequeña de alimentos que proporciona energía y nutrientes esenciales para nuestro cuerpo. Entre estos nutrientes se encuentran las vitaminas, minerales, fibra, grasas saludables, hidratos de carbono complejos y proteínas vegetales.
Gracias a la colaboración de dos ganaderos que les suministraron sangre, y los agricultores locales que les proveen de quinua y Kanawha, pueden ofrecer ingredientes clave en la preparación de estos alimentos ricos en hierro. Aunque a los niños y niñas les gustan los dulces, es importante mencionar que los snacks tienen niveles moderados de azúcar.
“Es por ello que debemos priorizar los alimentos nutritivos ricos en hierro para su alimentación adecuada. Esta es la premisa fundamental de los snacks que ofrecemos”, expreso del Carpio.
Jenny y su experiencia y aprendizaje con esta iniciativa
Jenny, una mujer que enfrenta una discapacidad y es madre de dos niños pequeños – uno de ellos con anemia -, ha compartido sus valiosos aprendizajes y conocimientos adquiridos durante su participación en esta iniciativa. Gracias a esta experiencia, ha mejorado notablemente la alimentación de sus hijos. Han aprendido a preparar comidas nutritivas con espinacas, así como también a elaborar queques de quinua y galletitas, entre otros platillos que han mejorado significativamente su calidad de vida.
Jenny ha manifestado con total entusiasmo que ha adquirido todo este conocimiento porque, a pesar de que el Ministerio de Salud informa sobre la anemia, no profundiza lo suficiente en la gravedad de este problema a gran escala. Además, ella personalmente ha experimentado los efectos de la anemia durante su gestación, lo que explica su discapacidad física, aunque su capacidad intelectual se encuentra en óptimas condiciones.
Con gran determinación y esfuerzo por hacerse entender debido a su discapacidad, Jenny ha resaltado la importancia de la alimentación gracias a la capacitación recibida en la escuelita del altiplano contra la anemia. Ha comprendido que una alimentación adecuada tiene un impacto crucial en el desarrollo físico e intelectual, incluso en la vida adulta.
Además, Jenny ha destacado un cambio significativo en su hogar: han reducido el consumo de refrescos azucarados y ahora prefieren preparar limonada o jugo de naranja con poco azúcar. También han incorporado más verduras a su dieta, como espinacas, brócoli y zanahorias. Esto demuestra su compromiso por llevar un estilo de vida más saludable para toda su familia.
Impacto de la iniciativa
Con relación con el impacto de la iniciativa, Roxana enfatizó que se evalúa en primer lugar a través de la mejora en los hábitos alimenticios y la valorización de los alimentos andinos.
“Para monitorear esto, realizamos visitas a los hogares donde enseñamos a las familias qué alimentos son beneficiosos para combatir la anemia y cuáles no lo son. Creemos firmemente que el cambio de hábitos es un proceso gradual que requiere tiempo y esfuerzo. Es fundamental contar con un monitoreo constante, así como paciencia y una comunicación fluida entre padres y madres”, concluyó.
Esta iniciativa es realizada por el Colectivo Indígena Pillpintu, con el respaldo del Fondo Kolom Noo’ooj y el programa de Juventudes Indígenas del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (FILAC), financiado por el Fondo Pawanka y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).