CHILE, Dic 05 (FILAC) – En Chile se estima que 1.745.147 personas son del pueblo mapuche, su idioma materno es el mapuzugun que aún pervive en las comunidades de Galvarino y Padre Las Casas, ambas en la región de La Araucanía, de acuerdo al Servicio Nacional de Patrimonio Cultural del país sudamericano.
La iniciativa Fey chi pu mew, que en mapuzugun significa “En ese entonces”, emprendió un trabajo audiovisual y producción literaria para promover el aprendizaje de la lengua entre la juventud de la comunidad de Chaura, quieren rescatar los relatos orales que constituyen la esencia de su historia y cultura mapuche. Su compromiso va más allá de la mera preservación; están dedicados construir el legado de revitalizar su lengua materna.
Mediante cápsulas audiovisuales y la publicación de un fanzine digital y físico, los saberes ancestrales se han rescatado y compartido eficazmente. Debido a la colaboración de los y las ancianas que son hablantes nativos del mapunzugun, al establecer diálogos intergeneracionales, estos conocimientos se han recuperado para preservarlos para las generaciones futuras.
Fundada en 2019 en Santiago, la agrupación juvenil “Kiñetu Küzawkan” tiene como objetivo promover la lengua del pueblo mapuche y realizar talleres a través de medios digitales y redes sociales. Debido a la pandemia de 2020, parte del equipo se trasladó a ciudades como Villarrica y Viña del Mar para continuar los talleres a distancia. A partir de 2021, se han unido a la comunidad mapuche Ñolkinko en Chaura, Villarrica, centrándose en la preservación de la lengua y tradiciones.
La Iniciativa ha recibido un amplio respaldo por parte de la comunidad, que colabora activamente en la creación de los contenidos. El Fondo Qhapaq Ñan es impulsado por el Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe – (FILAC), junto a la Red de Jóvenes Indígenas, y es financiado por las Fundaciones Pawanka y Ford.
Una lengua que pervive en el tiempo
El Pueblo Indígena predominante en Chile es el mapuche. Sin embargo, su lengua mapuzugun está cada vez más amenazado por la castellanización y la marginalización. De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas solamente el 10 por ciento habla el mapuzugun.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), señala que la situación de las lenguas indígenas es alarmante: al menos el 40% de las más de 6.700 lenguas que se hablan en el mundo están amenazadas de extinción a largo plazo, debido a la falta de hablantes. Esto tendría graves consecuencias para la diversidad cultural y pondría en peligro conocimientos y saberes centenarios que podrían ser decisivos en los esfuerzos de la humanidad por resolver los retos de este siglo, entre ellos el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.
Históricamente el desplazamiento desde el campo a la ciudad ha debilitado los lazos identitarios al alejarse de la cultura tradicional mapuche en las áreas rurales y adoptar la cultura hegemónica de la sociedad chilena.
Esta migración produjo una marginalización cultural y lingüística de la cultura mapuche, cuyas consecuencias directas recaen en los encuentros intergeneracionales que han sido por siglos la base de la transmisión del saber tradicional mapuche, marcados por el uso de la lengua, disminuyendo paulatinamente el interés de los más jóvenes, la escucha hacia los más mayores y el uso y conocimiento de la lengua indígena.
Esta dinámica se tradujo en un impacto negativo en la preservación de la lengua, la cultura y la historia local, propiciando la pérdida de la memoria comunitaria al reducirse los espacios para la transmisión intergeneracional de conocimientos.
En la actualidad, numerosos estudios señalan una preocupante tendencia hacia el envejecimiento de la lengua mapuche, evidenciada por la reducción de hablantes y la interrupción en su transmisión, lo que la coloca en una situación de riesgo.
La comunidad de Chaura no escapa a este panorama, ya que los hablantes de la lengua son predominantemente mayores, aunque algunos jóvenes del Lof están en proceso de aprender el mapunzugun, no como lengua materna, sino como segunda lengua, con el fin de contribuir activamente a la preservación de la cultura mapuche.
Las voces de las juventudes que rescatan las raíces ancestrales en Chaura
El lugar de procedencia de Daniel Díaz, integrante de la iniciativa Kiñetu Küzawkan, con ascendencia mapuche lejana, se enfoca en la producción audiovisual y en la difusión. Él, al respecto, declara “Llevo siete años aprendiendo el mapudungun, motivado por el deseo de reconectar con una historia familiar perdida a través de las generaciones”.
Wagvlen Eugenia Huisca, de 37 años, otra de las representantes de la iniciativa y su vínculo con la comunidad Chaura en Villarrica es significativo. Sus raíces se entrelazan con su padre, nacido en Chaura, lo que le otorga un lazo profundo con el lugar.
“Mi padre ha sido un defensor incansable de la lengua, la valora como parte integral de nuestra cultura y transmite su importancia. Me siento comprometida con esta responsabilidad a través de Kiñetu, valoramos enormemente estas iniciativas que buscan revitalizar la lengua, en este caso con una organización como FILAC”, señaló.
Gerardo Rodríguez, quien nació desconectado de su cultura, de madre mapuche y abuelos hablantes de la lengua con el tiempo dejaron de hablarla, cambiándola por el castellano. En algún momento, se reencontró con Daniel, con quien había ido al mismo colegio en Santiago. Juntos, comenzaron a trabajar con la elaboración de folletos digitales usando Microsoft Publisher y luego incursionaron en talleres de la lengua mapuzungun. “Con el advenimiento de la pandemia seguimos haciendo iniciativas de promoción de la lengua, pero ya de manera virtual”, aseveró.
“Con el advenimiento de la pandemia también vino la proliferación de iniciativas, a través de video llamadas, entonces también nos reencaminamos en eso; y a la fecha hemos estado haciendo cosas a la distancia. Yo tampoco soy hablante nativo de la lengua, también llevo 7 años igual que Daniel aprendiendo con Wagvlen también. De esa forma hemos ido buscando regresar y de entender esa parte de la cultura que no tuvimos, esa parte de la cultura abre otras puertas; entonces de a poco hemos ido encontrando con toda la parte que tenía que ver con la raíz que no teníamos a flor de piel”, dijo.
Unidos por el deseo de reconectar con sus raíces, estos tres jóvenes trabajan en busca de sostener y honrar su legado ancestral en esta era digital. Su interés en el proyecto se aviva, buscando capturar la historia y la lengua mapunzugun, explorando así las profundidades de su patrimonio cultural.
Revitalización a través de talleres y encuentros
En el marco de las iniciativas, los jóvenes organizaron talleres y encuentros para compartir conocimientos entre generaciones, involucrando activamente a los hablantes nativos de mapunzugun, los adultos mayores, y a los jóvenes de la comunidad. Estos espacios han servido como plataforma para impartir talleres destinados a la creación de cápsulas audiovisuales y para desarrollar un fanzine digital que se enfoca en poesía, relato y literatura en lengua mapunzugun. Esta dinámica colaborativa propició la participación de la comunidad en la creación conjunta de contenido.
“Los talleres y programas de aprendizaje han sido recibidos con mucho entusiasmo por parte de los jóvenes y de la comunidad. Si bien no somos los únicos en esta labor, en Kiñetu nos hemos enfocado en revitalizar un dialecto específico del mapuzugun, el dialecto de este territorio. Nos sumergimos en esta colaboración para crear material digital y ofrecer talleres, todo arraigado en estos territorios con los que tenemos una conexión profunda”, expresó Wagvlen.
Por su parte, Daniel Diaz, aseveró que la iniciativa buscó proteger el dialecto con registros sonoros, y al mismo tiempo con una capsula que incluyan esos sonidos de los y las hablantes y su relato. “Hemos trabajado en la grabación de estas conversaciones in situ para generar videos que reflejen palabras y pronunciaciones específicas. Queremos plasmar estas conversaciones, cuentos y relatos en un formato físico y digital para preservar estas narrativas para el futuro”.
“Además, queremos que los jóvenes puedan crear relatos colectivos que reflejen la identidad de Chaura. Estamos documentando cómo se estableció este lugar. Entonces tenemos dos relatos que cuentan cómo se pobló ese lugar y también cuales son los nombres de los sectores que se conocen hasta hoy y el significado de ellos, es parte de lo que va a componer el fanzine que se va a entregar y en el que estamos trabajando”, dijo Diaz
Según Diaz, dos de las producciones colectivas fueron realizadas en un taller y se hizo un fanzine en la comunidad. “Tenemos relatos muy antiguos de una de las ancianas, así como relatos más contemporáneos que narran la infancia de una de las ancianas marcada por situaciones de discriminación y por ser mapuche. También hemos grabado una conversación fuera de los espacios formales, en una casa, durante uno de nuestros talleres intergeneracionales, que fue entre una anciana y un anciano. Estos registros se están preparando para ser difundidos en Youtube de manera íntegra y están siendo transcritos para formar parte de este fanzine en formato escrito, que será bilingüe, al igual que los videos que tendrán transcripciones en mapudungun”.
Los códigos de la comunidad preservados por las abuelas y abuelos
La iniciativa promovió la participación activa de las abuelas y abuelos de la comunidad, generando una confianza para su participación en los encuentros y grabaciones.
“Hubo un trabajo de conversación y explicación del proceso para ganar esa confianza, y estamos muy satisfechos con los resultados”, mencionó Wagvlen.
Por su parte, Diaz señaló la importancia de respetar los códigos de la comunidad para no afectar los protocolos establecidos. “Fue un desafío trabajar dentro de estos códigos ya que hay temores sobre la difusión pública, pero nos aseguramos de respetarlos en todo momento”.
El anuncio de la iniciativa se hizo siguiendo estos protocolos, informando primero a la figura relevante de la comunidad, y luego compartiéndolo públicamente, considerando las interpretaciones de la comunidad.
Rodríguez destacó que este ejercicio desafiante implicó superar el rechazo al “extractivismo intelectual” y los prejuicios sobre la obtención de información, donde se decía que vienen a sacar información y no vuelven y para ellos no queda nada, generando confianza y mostrando un propósito genuino, respetando los protocolos.
Durante la actividad, se logró un intercambio fructífero entre generaciones, donde las personas buscaban ser escuchadas y transmitir conocimientos. Se generó un intercambio más simétrico entre mayores y jóvenes.
Se evidenció un cambio en la dinámica de las reuniones, permitiendo grabaciones de voz para las cápsulas, aunque no se pudieron realizar grabaciones visuales debido a ciertas restricciones y protocolos comunitarios. “No se puede grabar, no se pueden tomar fotos, si se nos permitió grabar voz con eso estamos trabajando”, dijo Diaz.
Jóvenes promotores de la lengua materna
La iniciativa genero conciencia entre la juventud sobre las plataformas disponibles y la importancia de convertirse en promotores de la lengua, no solo como estudiantes, sino también como creadores de contenido. Esta ha sido una expectativa constante y su involucramiento ha sido una gran motivación para aprender y generar contenido valioso.
En cuanto a la entrega de equipos de comunicación, como grabadoras, cámaras y trípodes de voz, fue muy bien recibida por los jóvenes. “Están maravillados por la calidad y potencia de la grabadora, la nitidez del sonido y están explorando usos futuros. Reconocen que es diferente y superior a grabar con un teléfono y ya visualizan cómo grabar relatos para realizar videos, retomar iniciativas, almacenarlos para futuras consultas y legitimar nuestras propuestas. Esto resultó muy positivo”, señaló Rodríguez.
Wagvlen, por primera vez liderando una iniciativa que considera como una oportunidad formativa para continuar desarrollando ideas.
“Estas iniciativas marcan un camino y nos ayudan a organizarnos. Mi mensaje para los jóvenes es que cada uno puede dirigir su energía, pero valorar el idioma y comprender la cultura desde esa perspectiva es clave para entender nuestras prácticas culturales, pasado, presente y futuro. Animo a todos en esta senda de la revitalización de nuestras lenguas originarias”, puntualizó.