ECUADOR, Jul 08, (FILAC) – La comunidad Kintiuk de la nacionalidad Achuar ha logrado un hito en su gobernanza territorial en la Amazonía ecuatoriana. A través de una iniciativa impulsada por un joven abogado indígena han obtenido la personería jurídica de sus tierras, desarrollado un estatuto comunitario y realizado un levantamiento topográfico.
Esta importante progresión no solo marca un momento esencial para la comunidad, sino que también es un ejemplo de resistencia y autodeterminación ante la constante amenaza de las empresas extractivas.
La obtención de la personería jurídica ha sido una prioridad largamente esperada y ha sido ejecutada por la comunidad. Este proceso incluyó la creación de un estatuto que cumple con las necesidades y exigencias de las políticas públicas. Para su aprobación, se llevaron a cabo al menos tres asambleas comunitarias, asegurando la participación de todas las familias.
Como parte de esta iniciativa, se ha llevado a cabo un detallado levantamiento topográfico de la comunidad. Este esfuerzo evidencia el destacado compromiso de la comunidad Kintiuk por fortalecer su gobernanza territorial y proteger sus derechos territoriales.
La obtención de la personería jurídica, el estatuto comunitario y el levantamiento topográfico son pasos fundamentales hacia una mayor autonomía y autodeterminación de la comunidad Kintiuk. Estos logros son un de como los Pueblos Indígenas resisten y protegen sus derechos frente a las presiones de las empresas extractivas en las tierras ancestrales.
Alex Wagner Aldana Santi, como responsable técnico de la iniciativa, reconoce la suma importancia del mapa para brindar orientación e informar estrategias de manera efectiva para lidiar con las empresas extractivas que ingresan al área. Además, sirve como una demostración crucial ante las instituciones gubernamentales de que la comunidad posee una personalidad jurídica legalmente establecida dentro del Ministerio de Gestión y Desarrollo de las Nacionalidades y Pueblos del Ecuador.
Aldana enfatiza además la importancia de este estatus para la comunidad, ya que les permite participar en diversas actividades que benefician a toda la comunidad. Esto incluye la oportunidad de participar en pequeños fondos proporcionados por instituciones públicas y privadas para el emprendimiento de mujeres, becas para jóvenes y proyectos de servicios básicos. Uno de los requisitos principales para tales oportunidades es que la comunidad posea personalidad jurídica.
La implementación de esta iniciativa está a cargo de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (CONFENIAE), y forma parte del Curso: “Fortalecimiento de capacidades para la Defensa Territorial y Gestión Ambiental Sostenible para Jóvenes Indígenas de la Amazonía”, enmarcado en el Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (FILAC), en colaboración con Conservación Internacional (CI), el gobierno de Francia, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA).
Pueblo Achuar: Conservación cultural y ambiental
Se estima que el pueblo Achuar está conformado por 4.841 personas, distribuidas en 690 familias, de las cuales 2.472 son hombres (51,06%) y 2.369 son mujeres (48,94%). Estas comunidades habitan en las provincias amazónicas de Pastaza y Morona Santiago.
Algunos de los pueblos indígenas que residen en la Amazonía, como los Achuar de Pastaza y Morona Santiago, dependen principalmente de la horticultura y se sustentan en la caza, la pesca y la recolección de frutos silvestres. Varios estudios han demostrado el amplio conocimiento de estas comunidades sobre los recursos naturales de su entorno.
Los Achuar son uno de los pocos pueblos en la Amazonía ecuatoriana que han mantenido su cultura tradicional y sistemas productivos. Como pueblo de la selva tropical, han desarrollado a lo largo de su historia una forma de vida en armonía con la naturaleza, basada en el principio de utilizar solo lo necesario para satisfacer sus necesidades personales, familiares y sociales. Un informe publicado en 2002 por la Gaceta de Antropología de Ecuador destaca esta cosmovisión y modo de vida.
La preservación de la diversidad biológica en su territorio ha sido posible gracias a esta particular visión del mundo y forma de vida que los Achuar han mantenido durante siglos.
Sin embargo, en 1996, durante la octava ronda de negociación petrolera convocada por el Estado ecuatoriano, se otorgaron concesiones para la exploración y explotación de hidrocarburos a dos compañías (ArcoOriente y CGC) en territorio Achuar. Esta situación plantea preocupaciones ambientales y antropológicas en la zona, ya que se sabe que las actividades petroleras provocan impactos significativos en el medio ambiente y en las comunidades que viven en su área de influencia.
Capacitación a sabios y juventudes de la comunidad para el uso de tecnología geoespacial
Como parte de las actividades en la CONFENAIE, capacitaron a la comunidad en el uso del Sistema de Posicionamiento Global (GPS por sus siglas en inglés), y otras tecnologías, sin depender de internet, para la toma de puntos de referencia.
“Recientemente, solicitamos al dirigente del territorio el préstamo de equipos de monitoreo, para lo cual se formalizó un acta de entrega y recepción en la que asumí la responsabilidad por los mismos. Posteriormente, procedimos a proporcionar un entrenamiento detallado a los jóvenes en el manejo de estos dispositivos. Su entusiasmo y satisfacción al aprender sobre el funcionamiento de drones y otras tecnologías informáticas aún novedosas en nuestras comunidades fue evidente” expreso Aldana.
Durante el taller, los participantes adquirieron habilidades en el manejo del GPS y el uso de Real Time Kinematic (RTK) para la toma precisa de puntos. También recibieron instrucciones sobre cómo descargar aplicaciones sin necesidad de conexión a internet para poder registrar información de campo y subirla a sistemas como ARGIS que es un sistema completo para recopilar, organizar, administrar, analizar, compartir y distribuir información geográfica.
Estos conocimientos fueron altamente valorados por los jóvenes de la comunidad, quienes demostraron un genuino interés en el monitoreo ambiental y territorial.
“Además de la parte técnica, se discutió en profundidad la importancia de la seguridad territorial para nuestras comunidades y el fortalecimiento organizativo. Históricamente, no ha habido conflictos significativos entre los pueblos indígenas, como los Achuar y los Kichwa, ya que han compartido sus territorios de manera armoniosa. Sin embargo, en los años 90 se presentaron tensiones con la implementación de la política de titulación de tierras, especialmente en áreas de reservas ecológicas designadas por el gobierno ecuatoriano”, señaló Aldana.
Estos conflictos han involucrado disputas territoriales con comunidades vecinas como Sarayaku, que gestionan recursos naturales como el carbono en sus territorios. Este tema es de gran relevancia para garantizar la protección y el buen manejo de nuestros recursos naturales y territorios.
La Lucha por la legalización de territorios indígenas
En 1992, la Organización de Pueblos Indígenas de Pastaza (OPIP) y la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (CONFENIAE) presentaron una propuesta al Estado ecuatoriano para la legalización de los territorios indígenas de las nacionalidades Kichwa, Achuar, Shiwiar y otras. A través de una poderosa marcha desde Pastaza hasta Quito, estas organizaciones lograron un resultado favorable al exigir assertivamente la legalización de sus territorios y la protección de sus formas de vida ancestrales.
Como resultado de esta movilización sin precedentes, el gobierno tomó medidas concretas, tales como adjudicar 1115.574 hectáreas a más de 100 comunidades, establecer una zona de seguridad de 40 kilómetros en la frontera con Perú, bajo control de las Fuerzas Armadas, y anunciar la ampliación del Parque Nacional Yasuní en 270.000 hectáreas. Esta compensación se realizó debido al recorte que sufrió la reserva cuando se otorgó tierra a los huaorani.
Sin embargo, la gran extensión de los territorios y la dificultad de acceso a las comunidades más alejadas crearon obstáculos en el proceso de entrega de títulos de propiedad. Esta situación se vio agravada por el hecho de que los títulos se otorgaron sin puntos de precisión GPS, utilizando únicamente imágenes satelitales que no coincidían con la realidad territorial. Estos inconvenientes dificultaron el trámite de la personería jurídica, ya que no había mapas con puntos de referencia claros.
En este contexto, es necesario llevar a cabo este proyecto para brindar seguridad a las comunidades, estableciendo una postura firme y logrando un reconocimiento por parte del Estado. Esto permitirá a las comunidades gestionar proyectos y obras en beneficio de la colectividad, con un enfoque en la preservación de los bosques y la protección del patrimonio cultural y territorial de las nacionalidades indígenas.
Empoderando a la comunidad Achuar: El camino hacia el reconocimiento legal
En la vasta y biodiversa región amazónica de Ecuador, la comunidad Achuar ha enfrentado desafíos históricos para obtener el reconocimiento legal de sus tierras ancestrales. Sin embargo, bajo el liderazgo del joven abogado de la nacionalidad Achuar, Alex Aldana, esta batalla ha sido transformada en una misión personal y colectiva de defensa territorial y derechos colectivos. Con determinación y compromiso, Alex ha encabezado la iniciativa para obtener la personería jurídica en su comunidad de Kintiuk, un paso crucial para asegurar el reconocimiento legal de las tierras que los Achuar han ocupado ancestralmente.
Con el apoyo de la CONFENIAE, Alex ha insistido en que se respete la autonomía de cada comunidad y se cumplan los derechos colectivos establecidos en la Constitución de Ecuador. A pesar de los desafíos cotidianos como la distancia y la falta de recursos en la región amazónica, Alex ha demostrado perseverancia y unidad comunitaria en cada paso del proceso, desde la organización provincial hasta la coordinación con entidades gubernamentales. Gracias a su labor, ahora unas 30 familias tienen seguridad jurídica sobre sus tierras que han habitado durante generaciones.
La comunidad Achuar celebra este reconocimiento legal ya que les permitirá acceder a proyectos y propuestas que beneficien a su comunidad a nivel público y privado. Con esto en mente, Alex explica que su objetivo es extender esta iniciativa a nivel provincial en Morona Santiago, donde existen 125 comunidades en Paztaza y Morona Santiago con una escritura global de 780,000 hectáreas. Aunque el 80% de estas comunidades tienen reconocimiento legítimo, aún no cuentan con un reconocimiento legal válido, lo que ha dificultado el acceso a proyectos y fondos para beneficiar a sus comunidades.
Por lo tanto, Alex y su equipo planean continuar con el plan piloto en la comunidad de Kintiuk y luego expandirse a nivel provincial en Morona Santiago para llevar a cabo un levantamiento topográfico detallado. A pesar de poseer una escritura global de sus territorios, las comunidades aún carecen de un mapa definitivo que establezca claramente sus límites. Esto es lo que Alex busca cambiar al proporcionarles un mapa oficial y claro que represente visualmente sus límites territoriales. Se espera que este trabajo se lleve a cabo entre los meses de junio y julio de 2024, una vez que se hayan obtenido los fondos necesarios para financiar el proyecto.
Con esta perspectiva, Alex espera hacer realidad el sueño de que todas las comunidades Achuar en Morona Santiago tengan un reconocimiento legal válido y puedan acceder a más oportunidades para su desarrollo sostenible. Su compromiso con la defensa territorial y los derechos colectivos ha marcado un hito en su trayectoria profesional y personal, y su labor continúa inspirando a otros a seguir su ejemplo en la protección de sus tierras y su identidad cultural.
“Saben y conocen su territorio de manera práctica, pero no tienen un documento cartográfico que les permita decir exactamente hasta dónde se extiende su comunidad; solo tienen referencias como ‘hasta ese árbol o hasta el río Capahuari’. Queremos proporcionarles un mapa claro y oficial que represente visualmente sus límites territoriales”, señaló Aldana.
Estrategias de alianza y sostenibilidad económica para el Pueblos Achuar
Según Alex, ante la falta de ingresos económicos en la comunidad, una empresa de capital japones les ofreció firmar un contrato para exportar madera al país nipón.
Esto provocó la tala de aproximadamente 10.000 hectáreas, impactando fuertemente el territorio Achuar en Copataza y Santiago. Como respuesta a esta situación, Alex afirma que se han comprometido a proponer iniciativas que beneficien a las empresas comunitarias, especialmente aquellas lideradas por mujeres, con el fin de encontrar formas sostenibles de colaboración.
En alianza con la Nacionalidad Achuar del Ecuador (NAE), han formado una alianza con CONFENIAE y una organización de la nacionalidad Shuar tanto de Ecuador como en Perú. Junto con CONFENIAE, están revisando y desarrollando emprendimientos comunitarios, con un enfoque en priorizar las demandas para prevenir la tala indiscriminada en el futuro.
Según la investigación sobre la deforestación en la Amazonía ecuatoriana realizada en 2018, se estima que se destruyen anualmente al menos 80.000 hectáreas, lo que lo convierte en uno de los principales problemas que enfrenta el país. Esta continua pérdida de biodiversidad es altamente preocupante y requiere una acción inmediata por parte de las autoridades competentes.
Avances y desafíos en la equidad de género
En la nacionalidad Achuar, el tema de equidad de género es complejo debido a tradiciones ancestrales arraigadas que han asignado tradicionalmente a las mujeres roles específicos en la agricultura y elaboración de chicha. Como resultado, su participación en iniciativas empresariales se ha visto dificultada.
No obstante, en Kintiuk se han observado progresos significativos, ya que los jóvenes están reconociendo que las mujeres merecen oportunidades. A nivel provincial, en Pastaza, la situación es aún más difícil para las mujeres que desean emprender.
Según Alex, se está trabajando en coordinación para mejorar esta situación. El año pasado, al capacitar a mujeres sobre sus derechos y la equidad de género, surgieron problemas debido a que muchas de ellas enfrentaron desafíos en el hogar, incluyendo situaciones de violencia intrafamiliar. Aunque los jóvenes muestran una mayor apertura al cambio, la generación de los mayores en la comunidad todavía enfrenta obstáculos en cuanto a la equidad de género. Actualmente, están explorando formas de integrar estos temas y erradicar el machismo en la comunidad.
Experiencia formativa de Alex y su compromiso con la defensa territorial
Alex ha destacado en el proceso de formación del curso “Fortalecimiento de Capacidades de Defensa Territorial y Gestión Ambiental Sostenible para Jóvenes Indígenas de la Amazonía”, el cual ha sido de gran utilidad para la realización de esta iniciativa.
“La experiencia como profesional ha sido muy grata y agradezco al FILAC porque nos ha impartido conocimientos que han sido de suma importancia para llevar procesos en la defensa en procesos legales”, dijo Aldana.
En marcado contraste con la tradicional formación académica en derecho de Alex Aldana en la universidad, su experiencia en CONFENAIE ha revelado una perspectiva completamente diferente sobre la práctica del derecho, particularmente en lo que respecta a los derechos colectivos de los pueblos y nacionalidades indígenas.
“En la universidad donde obtuve mi título de abogado nunca se enseñó la especificidad de los derechos colectivos, específicamente los de los pueblos y nacionalidades indígenas. Por eso, mi experiencia en CONFENAE ha sido realmente invaluable”, comenta Alex. Este déficit académico contrasta marcadamente con la realidad que enfrenta en su trabajo en CONFENAE, donde los derechos colectivos son fundamentales y están profundamente arraigados en la autonomía y la toma de decisiones comunitarias.
“En el ejercicio del derecho libre, existen normas normativas establecidas para los pueblos y nacionalidades indígenas, como la constitución y las leyes penales y civiles que deben observarse. Sin embargo, para los derechos colectivos no existen regulaciones, estos derechos se determinan en comunidad, en Asambleas”, acoto.
Estas asambleas no son sólo foros de discusión, sino que las decisiones que allí se toman tienen un peso legal significativo. “Las resoluciones y actas de estas asambleas son verdaderos juicios para los pueblos y nacionalidades indígenas”, explica Alex.
Además, Alex Aldana destaca la influencia formativa de sus abuelos, quienes pertenecen a los Pueblos Achuar y Sarayacu, respectivamente, y han servido como ejemplos inspiradores en procesos colectivos. “Han sido una fuente de inspiración para continuar con estos procesos organizativos”, afirma Alex.
“Sobre todo se trata de continuar con la experiencia de mis abuelos, quienes entienden que no es lo mismo estar en las comunidades que seguir con los procesos de lucha. Ellos me han transmitido estos conocimientos, enseñándome sobre nuestra cultura y nuestra cosmovisión de respeto a la naturaleza.”
Alex está comprometido a establecer alianzas políticas con cooperativas que puedan ayudar directamente a las comunidades, las cuales solicitan reconocimiento oficial.