Los Estados deben elaborar, en coordinación con organizaciones indígenas, planes y programas para revitalizar las lenguas indígenas, según una de las conclusiones del “Encuentro con organizaciones regionales y redes de jóvenes y mujeres de los pueblos indígenas: Fortalecimiento Cultural y Lingüístico, el IIALI en el marco del Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas”, organizado hoy por el Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (FILAC).
En el evento, realizado con la participación de más de 60 personas de diferentes países de la región por medio de la plataforma zoom, también se planteó la necesidad de generar espacios de transmisión intergeneracional de las lenguas indígenas, valorar las lenguas, generar normativas para su protección, así como promover más espacios de diálogo entre gobiernos y los pueblos indígenas, asignar mayor presupuesto para la participación de las mujeres y juventudes indígenas para el fortalecimiento de las lenguas.
“Estamos en un momento histórico, un momento histórico y crítico, porque día a día se debilitan los idiomas de nuestros pueblos. Muchos jóvenes de nuestras comunidades, de nuestros pueblos, ya no quieren hablar los idiomas propios. Hay pueblos que tienen muy pocos integrantes y están en alto riesgo, como ha dicho la Corte Constitucional de Colombia, de extinción física y cultural. Si se desaparecen estamos perdiendo una gran riqueza de la diversidad cultural y biológica del planeta. Eso no debería suceder en el siglo XXI, pero esa es la realidad”, dijo durante el evento el secretario Técnico de FILAC, Gabriel Muyuy.
“Los principales procesos que inciden en este silenciamiento son la no superada discriminación y el todavía vigente racismo que afecta y condiciona el funcionamiento de las sociedades latinoamericanas, lo que da pie a que en los hogares y las familias se decida interrumpir la transmisión intergeneracional y, no menos importante es que los Estados no han prestado suficiente atención a estos procesos”, dijo Luis Enrique López, coordinador del programa Educación para la Equidad de FILAC.
Muyuy manifestó su esperanza de que la Década Internacional de las Lenguas Indígenas, liderada por la UNESCO, y a la que el FILAC acompaña en distintas actividades para establecer un Plan de Acción, sea una oportunidad de movilización de los hablantes para fortalecer las lenguas indígenas.
Por su parte, Luís Díaz Scharff, Técnico de Cohesión Social y Cooperación Sur-Sur de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), resaltó que la creación del Instituto Iberoamericano de Lenguas Indígenas (IIALI) es una muestra del compromiso real y fehaciente de los países de Iberoamérica para abordar esta temática. “A través de esta iniciativa se fortalecerá el uso, la conservación y desarrollo de las lenguas indígenas habladas en América Latina y el Caribe, apoyando a las sociedades indígenas y a los Estados en el ejercicio de los derechos culturales y lingüísticos.
“Celebramos la aprobación. Luego de más de 15 años de insistencias y propuestas, por fin ha podido ser una realidad la creación del IIALI, que seguramente va a cumplir con sus objetivos de fomentar, conservar y promover el desarrollo de las lenguas indígenas en América Latina, a través de políticas lingüísticas y culturales para el fomento de su uso y preservación”, afirmó Irma Pineda, miembro del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de la ONU.
Discusión en grupos
Según la metodología del evento, los participantes fueron divididos en tres grupos en los cuales los participantes debatieron acerca los planes y programas que se ejecutan en sus países para revitalizar las lenguas y las sugerencias que tenían sobre el tema.
Los participantes hablaron de las iniciativas ejecutadas en diferentes países para la revitalización de las lenguas indígenas, entre ellas la Ley General de Derechos Indígenas de México aprobada en 2003; en el caso de Chile se hizo al tema de la academia, donde los pueblos mapuches trabajan encuentros con estudiantes de educación media con una cobertura de 18.000 indígenas, y que también se trabaja con el acompañamiento de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI) para ser agentes para revitalizar la lengua y cultura Mapuche.
En el caso del Pueblo Misak, de Colombia, se fortalece, desde 1985, el tema de la lengua propia, se implementa el Plan Decenal de Lenguas Indígenas y se cuenta con un Decreto, producto de la Ley de Lenguas nativas de 2010. En el caso de Bolivia, se dijo que existe un gran avance con relación a las lenguas indígenas debido a que éstas ya están reconocidas por la Constitución Política; en el caso de El Salvador se dijo que hubo apoyo de instituciones no estatales, entre ellas la Universidad Don Bosco que hace esfuerzo para el aprendizaje del idioma con niños pequeños; aunque esa Universidad es privada y solo se trabaja en el occidente del país.
En las universidades de Colombia los jóvenes promueven la revitalización lingüística, por ejemplo, con la promoción de cátedras de lenguas indígenas, a partir de la recuperación de saberes propios de los pueblos, que no necesariamente responden a la cátedra occidental, sino, a las realidades de los pueblos.
En Brasil los jóvenes indígenas cuentan con programas universitarios para el fortalecimiento cultural y lingüístico, sobre todo en las universidades. Los jóvenes en las universidades generan contenido y material para la revitalización cultural y lingüística; además, en Venezuela existe Instituto Nacional de Idiomas, entre otras iniciativas destinas a fortalecer las lenguas indígenas.
Respecto al trabajo del FILAC, los participantes sugirieron la generación e impulso de procesos para la revitalización de las lenguas maternas, hacer trabajo de abogacía e incidencia con diferentes Estados, trabajar una estrategia de fortalecimiento cultural y lingüístico; continuar con los diálogos entre gobiernos y pueblos indígenas; apoyar investigaciones promovidas por jóvenes indígenas, entre otros.
Este primer encuentro con las organizaciones de los pueblos indígenas, en calidad de sujetos de derechos y “custodios de sus lenguas” responde a la Declaración de Los Pinos, Chapoltepek, de 2020, en la que se estableció los principios rectores clave para el Decenio internacional, incluida la centralidad de los pueblos indígenas con el lema “Nada para nosotros sin nosotros”.