Los pueblos indígenas y tribales son los mejores guardianes de los bosques de América Latina y el Caribe, al ser capaces de reducir las tasas de deforestación, la pérdida de biodiversidad y evitar las emisiones de C02, estimó un informe de la FAO este jueves.
Las tasas de deforestación en América Latina y el Caribe “son significativamente más bajas en los territorios indígenas y tribales donde los gobiernos han reconocido formalmente los derechos colectivos territoriales”, concluye el reporte “Los pueblos indígenas y tribales y la gobernanza de los bosques”.
El documento fue elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (FILAC) en base a más de 300 estudios publicados.
Gracias a su contribución se evitaron entre 42,8 y 59,7 millones de toneladas métricas (MtC) de emisiones de CO2 cada año en Brasil, Colombia y Bolivia. Estas emisiones combinadas equivalen a sacar de circulación entre 9 y 12,6 millones de vehículos durante un año.
“Ese es el servicio que están aportando los pueblos indígenas y tribales a toda la sociedad”, dijo el representante regional de la FAO, Julio Berdegué, al presentar en rueda de prensa el informe.
Mejorar la seguridad de la tenencia de estos territorios es una forma eficiente y rentable de reducir las emisiones de carbono, alerta además el informe.
Pero su función protectora “está cada vez más en riesgo, en un momento en que la Amazonía se acerca a un punto de inflexión, que podría tener impactos preocupantes en las precipitaciones y en la temperatura y, eventualmente, en la producción de alimentos y el clima global”, asegura el reporte.
Los pueblos indígenas ocupan físicamente 404 millones de hectáreas en América Latina, una quinta parte de la superficie total de la región.
De ese total, 237 millones de hectáreas (casi el 60%) están en la cuenca del Amazonas, en una superficie mayor que la de Alemania, España, Francia, Italia, Noruega y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte juntos.