ALTO BIO BIO, CHILE, Oct 18 (FILAC) – Cada domingo, decenas de jóvenes de comunidades indígenas de la provincia de Biobío en la cordillera de los Andes chilenos se despiden de sus familias para emprender el viaje hasta el Colegio Agrícola Los Mayos para continuar sus estudios de secundaria.
Salir de sus hogares y comunidades hacia los internados educativos, ha influido en la pérdida paulatina de su identidad y la disminución de hablantes de la lengua Chedungun.
Segundo Tramanil Huenteao es la figura del Lonko de la comunidad de Trapa Trapa, la autoridad más importante para las comunidades Indígenas de Alto Bio Bio. Se le considera como el protector de la cultura y el bienestar de la comunidad. Dice tener el anhelo de que las nuevas generaciones no dejen perder su identidad y lengua materna.
“Ojalá que no termine este anhelo que tenemos”, expresó.
La organización Guardianes Colegio Agrícola Los Mayos, documentó historias tradicionales del Pueblo Indígena Pehuenche y las plasmó en el libro “Punawun: Historias que nos unen”, que consta de 29 textos escritos en la lengua Chedungun. Sus temáticas plasman la revalorización de los conocimientos transmitidos por sus mayores y las tradiciones culturales de su comunidad.
“En las comunidades de Alto Biobío, lamentablemente hay estudiantes que para poder estudiar deben abandonar sus comunidades originarias y se pasan toda la semana fuera, solo durante el sábado y domingo están en sus casas. Esta separación de sus comunidades ha repercutido en que se pierda su lengua materna, el Chedungun”, expresó Carlos Galindo, coordinador de la iniciativa.
La iniciativa “Punawun: Historias Que Nos Unen“, forma parte del Fondo Concursable Qhapaq Ñan impulsado por el Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (FILAC), el Instituto Iberoamericano de Lenguas Indígenas (IIALI) junto a la Red de Jóvenes Indígenas. El fondo es apoyado por las Fundaciones Pawanka y Ford.
De acuerdo con Galindo, ante esta situación de la pérdida de la lengua Chedungun, es que surge este proyecto, el cual incluye encuentros intergeneracionales en distintas escuelas de las comunidades que permita recoger relatos para ser incorporados en el libro PUNAWUN, el cual será editado, impreso y regalado en las distintas comunidades en encuentros con otros jóvenes y familias de las comunidades, como un material cultural – patrimonial que revitalice la lengua Chedungun.
La comuna de Alto Biobío se caracteriza principalmente por la presencia del Pueblo Mapuche Pewenche, el cual representa un 86% de la población comunal y que se distribuye en las riberas de los ríos Queuco y Biobío, en doce comunidades.
Juventudes vencen la distancia para aprender
Con el fin de vencer el obstáculo de la distancia que los jóvenes deben atravesar para que puedan acceder a la educación y aprender, se puso a disposición de los niños y adolescentes un autobús para transportarlos.
“Ellos deben viajar en el autobús durante 5 a 6 horas para llegar a la escuela, y eso a través de caminos en condiciones precarias. Hemos atravesado condiciones climáticas extremadamente adversas, con varios caminos cortados en este momento”, mencionó Galindo.
Las condiciones climáticas son determinantes para el desarrollo integral de los jóvenes de Alto Biobío, en ocasiones, han tenido que pasar más de cuatro semanas sin volver a sus hogares.
Para Fabiola Espuñan Naupa, Guardiana del Colegio, a pesar de sentir la falta de su familia, tiene la meta de estudiar derecho para ayudar a su comunidad para velar por sus derechos.
“Es difícil estar lejos, de repente sin saber cómo están, sin saber si se encuentran bien o se encuentran mal o están enfermos. Alegría a la vez porque me estoy independizado y porque en algún momento voy a salir de cuarto medio y voy a ser una persona con estudios”, dijo.
Benjamín Méndez Mendez, Guardian del Colegio, considera que aprender la lengua es gratificante porque siente que está aportando para la preservación de la identidad de su cultura.
“Todo este sacrificio conlleva una recompensa y un desafío: la preservación de nuestra cultura. Creo que eso es algo personal, el dejar a nuestra familia tan lejos nos lleva a un lugar diferente, pero reconozco que es un esfuerzo tremendo, todo por nuestro estudio y nuestro futuro”, señaló Benjamín.
Un vínculo entre generaciones
Pu kura kura ngi ka pu kura katrüpoi tati mawida lladküi ko mu
Las rocas son rocas y las rocas se rompen la montaña se enoja con el agua – Feliciano Mariluan
Los textos fueron elaborados posterior a varios encuentros realizados entre los jóvenes y las personas mayores de las comunidades. Los espacios propiciaron la transmisión de saberes, cuentos, relatos que han perdurado de generación en generación.
Uno de los encuentros fue el We Tripantü, una ceremonia especial en donde los jóvenes pudieron compartircon Segundo Tramanil Huenteao, Lonko de la comunidad de Trapa Trapa, quien accedió por primera vez a documentar la ceremonia que ha sido preservada por muchos años.
“El We Tripantü significa mundo que va bien, con buen provecho, con harto ánimo”, explicó el Lonko de Trapa Trapa.
Benjamín Méndez participó activamente en los encuentros intergeneracionales, en los cuales pudieron compartir con los danzantes que bailaron al ritmo de la Trutuka y el Cultrún.
“La experiencia de participar en estos encuentros centrados en nuestra cultura ha sido muy valiosa para mí, ya que la gente mayor posee muchos conocimientos sobre la lengua, y han hecho un esfuerzo en transmitirnos ese legado. Ha sido un placer aprender de ellos, no solo en términos de idioma, sino también en cuanto a valores y tradiciones”, expresó Benjamín.
Los jóvenes enfatizaron que compartir estos espacios con las generaciones mayores ha sido profundamente gratificante, porque ahora son portadores de conocimientos, valores y responsabilidades dentro de su comunidad.
“Se ha sentido muy gratificante de que un Lonko pudiera darse a grabarse porque es importante que en nuestra cultura se refleje esto, realmente fue sorprendente”, señaló Benjamín.
Libro “Punawun – Historias que nos unen”
La publicación contempla 29 relatos entre cuentos cortos, poemas, relatos sobre la familia, naturaleza y costumbres de sus comunidades.
“Todo el material de los libros será regalado justamente a los niños de las escuelas que han participado de los encuentros intergeneracionales. Lo que queremos con el proyecto es que los mismos relatos que fueron creados por ellos mismos, sea un material que puedan disponer las escuelas para mantener vivas las lenguas. El libro estará en español con los relatos de los mismos niños, pero también va estar en Chedungun, porque no hay muchos libros que mantengan viva la lengua”, dijo el coordinador Galindo.
La agrupación de jóvenes espera que estas historias sean bien recibidas, y que más niños, jóvenes y adolescentes se interesen más en el aprendizaje de la lengua.
Pueblo Mapuche Pehuenche
El Pueblo Pehuenche, que está ubicado en Alto Biobío, ha enfrentado desafíos significativos debido a la intervención del rio Bio Bio con tres represas, lo que ha generado que familias completas hayan tenido que emigrar hacia nuevos territorios. Sin embargo, en las áreas menos intervenidas, la comunidad se ha unido para defender el uso del agua, preservando así la esencia de su cultura, y su lengua.
La cultura del pueblo Pehuenche se transmite principalmente a través de la oralidad con relatos, cuentos e historias enfocadas con mensajes de sabiduría. Llegar a las comunidades de Alto Bio Bio es una tarea compleja ya que el sistema de transporte es deficiente y escaso, además, se suma la falta de electricidad y agua en muchas casas. El clima también es extremo, con fuertes lluvias que han causado cierres de colegios y dificultades en el transporte durante la época de invierno.
El pueblo Pehuenche ha tenido que adaptarse a su entorno montañoso y escaso acceso a tierras adecuadas para la agricultura, provocando migración de los jóvenes hacia áreas urbanas en busca de oportunidades de trabajo.
Para los jóvenes, la iniciativa va más allá de la preservación de la lengua, ya que fomenta el liderazgo, la organización y el pensamiento más amplio. Además, permiten establecer conexiones entre las comunidades, provocando alegría entre los profesores y familias que quieren que su cultura y lengua perdure en el tiempo.