BOLIVIA, Sept 19, FILAC – La comunidad quechua de Queñuata, provincia Arque en Cochabamba, está presenciando un valioso esfuerzo por parte de un grupo de jóvenes indígenas quienes, conscientes de la importancia de sus técnicas ancestrales de alfarería, están trabajando activamente para rescatarlas y fortalecerlas. Esta tradición es una parte fundamental de su identidad cultural y ha sido transmitida de generación en generación.
Ante los desafíos de la migración y el declive de la agricultura, estos jóvenes han reconocido en la cerámica una oportunidad para impulsar la economía local y preservar un legado invaluable.
Este esfuerzo forma parte del proyecto “Empoderamiento económico de la juventud revalorizando saberes ancestrales”, el cual se está llevando a cabo en colaboración con la Central Provincial de Mujeres Campesinas Originarias Bartolina Sisa Provincia Arque y la Federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Cochabamba, en el marco del Fondo Kolom Noo’ooj.
Esta iniciativa es parte de la estrategia del programa de Juventudes Indígenas del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (FILAC) y el apoyo de la Fundación Pawanka y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). Con esta labor, se busca fortalecer la identidad cultural y promover el desarrollo económico sostenible de la comunidad quechua de Queñuata.
Juan Ariel Vidaurre Flores, responsable del proyecto, recuerda cómo la alfarería siempre ha sido parte de la vida comunitaria en Queñuata. “Desde niño veía cómo producían platos, macetas, ollas y otros objetos a partir de la greda y el barro, intercambiándolos luego por otros productos”, relata, destacando el valor cultural y económico que esta práctica ha tenido a lo largo de los años.
La cerámica en Bolivia posee raíces prehispánicas que se remontan a más de 3000 años en Tiwanaku y Mojos, tal como demuestran las pruebas arqueológicas. Esta tradición cerámica boliviana se ve influenciada por la rica cultura andina y mesoamericana, y se destaca por su amplia gama de formas, adornos y colores.
Desafiando la migración de las juventudes indígenas
Vidaurre destacó la importancia de esta iniciativa para ayudar a las juventudes indígenas a encontrar formas de generar ingresos y permanecer en sus respectivas comunidades. Es imperativo que no migren a las zonas urbanas, ya que actualmente entre el 70% y el 80% de la población rural abandona sus comunidades en busca de mejores oportunidades. En las zonas rurales, ven a los ancianos abandonados a su suerte para ocuparse de los cultivos y el ganado.
Además, la migración afecta en gran medida a las comunidades rurales. Muchos jóvenes, incluso de 12 años, se ven obligados a migrar, lo que da lugar al abandono de las casas y de los centros educativos. En consecuencia, muchas escuelas corren el riesgo de cerrar debido a la disminución del número de estudiantes.
Esta tendencia también obstaculiza el progreso y el desarrollo de la zona, ya que los proyectos se vuelven inviables sin la presencia de la gente en las zonas rurales.
El acto de migrar también conlleva explotación y discriminación para quienes se trasladan a las zonas urbanas. La discriminación contra los migrantes es frecuente, en particular hacia las mujeres, que a menudo son objeto de explotación en forma de bajos salarios. Este es un problema grave, ya que a muchas de ellas se les paga por debajo del salario mínimo establecido por decreto, y la falta de oportunidades agrava la situación.
Fortaleciendo la cultura y economía local
Esta comunidad tiene una larga tradición en la práctica de la alfarería, sin embargo, en los últimos años se ha notado un decremento en el interés tanto de los jóvenes como de los adultos mayores.
Esto se debe al cansancio de las personas y a la falta de un mercado para la venta de los productos. La comunidad utiliza la greda como materia prima para elaborar una amplia variedad de artículos como ollas, macetas, platos, entre otros.
Estos productos son principalmente comercializados en Oruro y Cochabamba, lo que limita las oportunidades de mercado. A pesar de esto, es importante recalcar que la comunidad cuenta con una gran habilidad en este oficio y una buena cantidad de materia prima.
Sin embargo, una debilidad que se ha observado es que el trabajo se realiza al aire libre, lo que dificulta el proceso, especialmente durante la temporada de lluvias cuando es necesario secar los productos elaborados con greda. Es vital retomar este oficio y enfocarse en mejorar las condiciones de trabajo para que la comunidad pueda seguir desarrollando su talento y aprovechar al máximo sus recursos.
Centro cultural para la producción de cerámica y capacitaciones
En colaboración con más de 50 jóvenes indígenas quechuas, el centro de innovación cultural para la producción de cerámica ha sido construido con éxito, han implementado talleres y proporcionada asistencia técnica en la elaboración y comercialización de los productos a base de greda. Además, también han intercambiado experiencias con otros maestros alfareros del país como parte del compromiso de promover el desarrollo y la difusión de las prácticas tradicionales de cerámica.
“Nos enorgullece mencionar que la comunidad ha contribuido de manera significativa en la construcción de este centro, aportando con la elaboración de 2.000 adobes. Este esfuerzo ha demandado 45 días de trabajo, con la participación rotativa de 50 comunarios que se han organizado en turnos establecidos”, señaló Vidaurre.
No solo se trata de un espacio para talleres y reuniones, este centro también servirá como un lugar de almacenamiento y exhibición de los productos elaborados por más de 100 jóvenes participantes. Además, esto les brindará la oportunidad de mostrar sus creaciones a las autoridades y potenciales compradores.
Como parte de la iniciativa de promoción y capacitación, han realizado intercambios de experiencias con maestros alfareros en las ciudades de Cochabamba y La Paz. Es un logro importante que, durante la visita a Tarata, fueron recibidos con entusiasmo por el alcalde del municipio, quien expresó su valoración por la iniciativa y ofreció su apoyo.
Además, se ha organizado un encuentro con tres o cuatro maestros alfareros, quienes brindaron orientación y compartieron sus experiencias sobre cómo exportar sus productos hasta España. Esta interacción les ha motivado a los jóvenes a continuar capacitándose y no desanimarse ante los desafíos de su oficio. En una segunda fase, organizaran una demostración en la comunidad sobre la selección y refinación de la materia prima, mostrando a los jóvenes y adultos la resistencia y calidad de los productos elaborados.
“Estamos comprometidos en seguir trabajando en estrecha colaboración con la comunidad y otros maestros alfareros para promover y preservar esta importante tradición cultural”, expreso Vidaurre.
Apoyo a la producción y comercialización
En el marco de esta iniciativa, se ha planificado establecer puntos de venta en varios departamentos y espacios públicos, así como organizar una feria cultural en Cochabamba. Con el firme respaldo del gobierno estatal, se espera que esto fortalezca la producción y comercialización de los productos alfareros de manera significativa.
“Estamos trabajando para establecer puntos de venta en distintos departamentos y espacios públicos. Esto no solo nos permitirá preservar este oficio ancestral, sino también explorar potenciales oportunidades de exportación en alianza con otros municipios”, afirmó Vidaurre.
Además, Vidaurre agregó que en la actualidad reciben pedidos de mayoristas a precios muy bajos y también venden sus productos en mercados temporales y ambulantes en la ciudad de Oruro. “Sin embargo, carecemos de puntos de venta fijos, lo que nos obliga a movernos de un lugar a otro para vender nuestros productos”, señaló.
La implementación de esta iniciativa ha generado una mayor motivación en la comunidad para continuar con el oficio de la alfarería, especialmente después de la enriquecedora experiencia en Tarata. Al compartir esta experiencia con la comunidad, se ha podido observar un renovado entusiasmo entre los alfareros, tanto jóvenes como mayores.